” Mustique, llena de historia y rodeada de intriga, pertenece a las islas de San Vicente y las Granadinas, a solo 160 kilómetros al oeste de Barbados. Su clima apacible y la belleza natural de sus espectaculares colinas y playas vírgenes han atraído a los visitantes durante generaciones. Fascinados por el sentido único de la vida en la isla, regresan para disfrutar de las exclusivas villas de lujo y la hospitalidad que ofrece esta isla privada”. Así describe The Mustique Company en su página web a la exclusiva isla que administra en el Caribe.
Mustique ha llamado la atención durante décadas de personas famosas como Paul Newman y Raquel Welch. David Bowie, Bryan Adams y Tommy Hilfiger quedaron tan encantados con el lugar que incluso compraron propiedades allí. De hecho, Mick Jagger posee dos casas en la isla.
La realeza británica también ha frecuentado el territorio caribeño, en donde la princesa Margarita construyó su hogar, Les Jolies Eaux, erigido en cuatro hectáreas de tierra que habían sido un regalo de bodas del Colin Tennant. El príncipe William y Kate Middleton, duque y duquesa de Cambridge, también han visitado la isla.
El primer ministro Boris Johnson tampoco quiso quedar afuera del club de los ricos y poderosos y se fue de vacaciones a Mustique entre el 26 de diciembre y el 5 de enero de 2020.
Ya por entonces enfrentó fuertes críticas por no cortar sus vacaciones y regresar a Gran Bretaña luego de que el asesinato del general iraní Qasem Soleimani por parte de Estados Unidos aumentara las tensiones en Medio Oriente.
El escándalo
Sin embargo, el asunto no quedo ahí. El Partido Laborista británico pidió hoy al líder conservador que explique quién pagó sus vacaciones de 15.000 libras (unos 19.500 dólares) en la exclusiva isla del Caribe en Año Nuevo, que visitó junto a su pareja.
Según registros parlamentarios, el costo del alojamiento para el primer ministro y su pareja Carrie Symonds fue cubierto por David Ross, un empresario dueño de la cadena minorista de telefonía móvil Carphone Warehouse y contribuyente conservador.
En el registro llenado por Johnson, el premier escribió que Ross le donó el alojamiento “para unas vacaciones privadas para mí y mi pareja, valuadas en 15,000 libras”.
Pero un vocero de Ross negó al diario Daily Mail que el empresario haya pagado la estancia y afirmó que sólo ayudó a Johnson a conseguir alojamiento en Mustique, donde estaba todo ocupado.
“David llamó a la compañía que administra todas las residencias de vacaciones y justo alguien había cancelado su reserva. Así que Boris pudo usar el alojamiento por valor de 15.000 libras, pero David Ross no pagó ningún dinero”, aseguró.
El diputado laborista Jon Trickett sostuvo que el primer ministro “debe aclarar” de dónde salió el dinero, agregando que si no lo hace, el organismo de control del Parlamento deberá abrir una investigación.
“El pueblo merece saber quién paga por las vacaciones de su primer ministro”, agregó Trickett.
En tanto, un vocero de Downing Street, la residencia oficial del premier, aseguró que se siguieron todos los protocolos de transparencia fijados en el reglamento de los miembros del Parlamento.
Sin embargo, este está lejos de ser el primer escándalo del polémico líder conservador. En 2019 fue acusado de usar su posición como alcalde de Londres para otorgar fondos públicos y acceso a viajes al extranjero a la empresaria de tecnología y ex modelo Jennifer Arcuri.
En diciembre de 2018 tuvo que pedir disculpas en el Parlamento por haber declarado tarde 52.000 libras de ingresos por los derechos de una novela que escribió.
Una isla con historia
En 1958, Lord Glenconner, Colin Tennant, llegó a Mustique y compró la isla por solo 45.000 libras a pesar de que no tenía carreteras, ni embarcaderos, ni agua corriente. Las ambiciones iniciales eran verla prosperar como una plantación de algodón, pero estos planes no demostraron ser económicamente viables y Tennant buscó otras formas de desarrollar la isla.
Después de haberle regalado a su buena amiga, la princesa Margarita, un terreno en 1960, hubo un considerable interés de los medios en Mustique como destino y en 1968 formó la Compañía Mustique para desarrollar un escondite en una isla privada para los ricos y famosos.
Hubo dos arquitectos que ayudaron a dar forma a la isla durante sus primeros años; Arne Hasselqvist, ingeniero civil de Suecia; y Oliver Messel, un destacado escenógrafo británico de teatro que había desarrollado una reputación por las casas que había diseñado en la vecina Barbados.
Las parcelas fueron compradas rápidamente por un grupo ecléctico de socialités, estrellas de rock y particulares que “acudieron a la isla desde todas partes para crear sus casas de ensueño de fantasía y ser parte de algo único”.