Tepco, el operador de la central accidentada de Fukushima, comenzó a retirar este lunes el combustible almacenado en la piscina del reactor 3, uno de los más dañados, una delicada operación que fue retrasada en varias ocasiones y tomará unos dos años.
Es la segunda vez que se lleva a cabo tal operación, después del vaciado de la piscina del reactor 4 entre 2013 y 2014. Pero el estado del reactor en cuestión era diferente, pues su núcleo, a diferencia del número 3, no entró en fusión porque estaba vacío.
Las piscina de desactivación y enfriado del reactor 3 contiene 566 unidades de combustible nuclear, voluminosas piezas que deben extraerse antes de realizar el resto de tareas en el edificio, que sufrió una importante explosión.
El edificio del reactor 3 se transformó tras el accidente en una selva de chatarra, que hubo que evacuar. La piscina, situada en lo alto, también estaba llena de todo tipo de desperdicios.
Después se instalaron equipos especiales, incluida una grúa, para poder sacar las unidades de combustible una a una.
Los preparativos tomaron más tiempo de lo previsto.
“Al principio creíamos que podríamos comenzar la retirada a finales de 2014, pero había muchos desperdicios y tuvimos que actuar con prudencia debido a la radioactividad”, explicó a la AFP una portavoz de Tokyo Electric Power (Tepco).