El Gobierno de Colombia inaugura este viernes el Túnel de la Línea, el más largo de América Latina, que conecta a los municipios de Cajamarca, departamento de Tolima, y Calarcá, en Quindío, atravesando la Cordillera Central, parte del cordón montañoso de Los Andes.
Así, esta conexión de 8,65 kilómetros, a 2.400 metros sobre el nivel del mar, agilizará el transporte, en un país caracterizado por sus rutas lentas, plagadas de curvas cerradas y desniveles, debido a la compleja biodiversidad del territorio. Las autoridades señalan que los conductores que viajen en sentido hacia Armenia-Ibagué, podrán ahorrarse 21 kilómetros, aumentando la velocidad desde 15 hasta 60 kilómetros por hora.
“Reduce los tiempos entre el occidente, el centro del país y la Costa Atlántica”, sostuvieron desde el Ministerio de Transporte. En efecto, se trata de una infraestructura clave para el comercio: servirá para acortar distancias entre el puerto de la ciudad de Buenaventura, por donde sale la mitad de las exportaciones, y la capital.
Conectividad para la cultura, el turismo y el deporte
Además de los beneficios comerciales al dinamizar el transporte, distintas carteras de la administración de Iván Duque remarcaron que esto ayuda a otros sectores, como la cultura, el turismo y el deporte. Igualmente, la principal expectativa a nivel social, es movilizar las economías regionales.
Por otro lado, el Ejecutivo promete que este trayecto reducirá los choques, para una zona que registra 200 accidentes anuales. De todos modos, el director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Luis Lota, advirtió que tiene “una longitud extensa que obliga al conductor a estar concentrado frente al volante”. Por eso, “es necesario cumplir con todas las normas de tránsito, en especial la de no sobrepasar los límites de velocidad”.
Asimismo, esta vía tendrá vigilancia constante: “Cuenta con un circuito cerrado de televisión que permite monitorear permanentemente todas las instalaciones y la operación del túnel”, detalla el Ministerio de Comercio.
“El sueño de todo un país”
Así, diversos funcionarios tildaron a la megaobra de “túnel de la esperanza”, como la ministra de Transporte, Angela María Orozco, quien publicó fotos mostrando obras de arte en el lugar.
Por su parte, el presidente dijo que esto es “el sueño de todo un país”, mientras llegaba al acto de inauguración.
El mandatario también celebró que el túnel servirá para trabajar en el primer desarrollo de conexión 5G en el país latinoamericano, haciendo referencia al proyecto de la Malla Vial del Valle del Cauca. Esto se explica porque la nueva obra conecta al municipio de Buga con Santander de Quilichao, jurisdicciones comprendidas en el plan de comunicaciones.
Un largo camino
Las primeras propuestas para atravesar la Cordillera se analizaron en 1913, 1929 y 1950, pero ninguna prosperó. Mucho tiempo más tarde, en 2005, se empezaron obras de excavación para hacer un “túnel piloto”, según se lee en el repaso general publicado por Presidencia. Esa etapa terminó en 2008.
Un año más tarde, comenzaba la construcción de La Línea, la obra que entusiasmaba a toda Colombia. En el medio, se produjeron diversas acusaciones por corrupción y sobreprecios en la realización, sumado a desacuerdos entre el Estado y la empresa contratista, mientras los avances se iban demorando. “La obra estuvo abandonada desde noviembre de 2016 y, casi por dos años, a ritmos muy bajos sin norte para la terminación”, expresa el comunicado oficial.