Los informes sobre la negativa de los militares rusos a participar en la invasión del Kremlin en Ucrania llegan desde varias regiones rusas. El jueves se informó de que unos 60 militares de Pskov se negaron a ir a Ucrania.
Anteriormente, los policías antidisturbios de Krasnodar y Jakasia dijeron que no estaban dispuestos a luchar en el territorio del país vecino. Los abogados que asesoran a los militares que se negaron a participar en la campaña ucraniana dijeron a Euronews que recibieron cientos de solicitudes de asistencia jurídica.
Según el periódico Pskovskaya Guberniya, unos 60 militares que participaron en la invasión en los primeros días de la guerra se negaron a regresar a Ucrania.
Fueron retirados del territorio ucraniano a Bielorrusia y luego a su lugar de despliegue permanente, Pskov. La publicación afirma que la mayoría de ellos ya han sido despedidos, pero algunos también están amenazados con cargos penales.
Según los abogados, no se abren causas penales en estos casos porque “no hay cuerpo del delito”. “Los que se niegan a ir a Ucrania en realidad sólo se enfrentan al despido por no cumplir las condiciones de su contrato”, dijo a Euronews uno de los abogados que asesora a los militares.
Denis Kamalyagin, redactor jefe de Pskovskaya Guberniya, ha declarado que varios paracaidistas tienen la intención de acudir a los tribunales para impugnar el despido.
Anteriormente, 12 policías antidisturbios de Kuban presentaron demandas para declarar ilegales los despidos. El 6 de febrero, un pelotón de la compañía de policía antidisturbios “Plastun” de la Dirección Principal del Servicio de la Guardia Federal de Rusia en el territorio de Krasnodar estaba realizando ejercicios de entrenamiento en Crimea, y más tarde se les ordenó ir al territorio de Ucrania. El comandante del pelotón y 11 de sus subordinados se negaron, alegando que esa orden era ilegal. Fueron devueltos a Krasnodar y despedidos tras una revisión interna.
El abogado de Krasnodar, Mikhail Benyash, dijo a Euronews que varios de ellos habían retirado sus demandas y que el examen de los recursos de los restantes militares se había pospuesto al tribunal regional. Benyash confirmó que varios cientos de militares que no querían participar en operaciones militares en Ucrania se habían dirigido a él. Los llamamientos llegaron de todo el país.
Según Mediazona*, sólo en una región rusa, 500 rosgvardeys que se negaron a luchar han recibido una orden de despido.
*Incluido en el registro del Kremlin de medios de comunicación-agentes extranjeros