MONTEVIDEO. El lingüista, filósofo y activista estadounidense Noam Chomsky alertó ayer en Montevideo del peligro “grave” e “inminente” en el que se encuentra la humanidad debido a la amenaza nuclear y al cambio climático.
“Estamos tan cerca de un desastre natural como lo estuvimos en 1953, cuando las dos superpotencias probaron bombas de hidrógeno”, relató el autor de más de 100 libros haciendo referencia a los momentos de tensión que se vivieron durante la Guerra Fría.
En una ponencia titulada “Los desafíos para construir democracias solidarias” el intelectual criticó las políticas militares y medioambientales que está tomando Estados Unidos y resaltó las políticas que se dan en algunos países suramericanos, como Ecuador, que apuestan por proteger el medioambiente.
“El gran reto al que se enfrenta el mundo es cómo controlar Corea del Norte para congelar su programa de misiles nucleares”, afirmó el doctor estadounidense.
En lo referente a este preocupante tema, Chomsky detalló que Corea del Norte y China han ofrecido a Estados Unidos detener su carrera armamentística a cambio de que el país norteamericano pare “su amenaza militar en las fronteras con Corea del Norte”.
“Esta propuesta se ha hecho muchas veces y se ha rechazado inmediatamente por Washington. Hace dos años se volvió a rechazar bajo la administración de Obama (2009-2017)”, relató el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Otro tema que torna más candente aun la situación nuclear a la que se enfrenta el mundo es “la modernización nuclear que inició Obama y siguió Trump”.
Según apuntó el octogenario, los expertos señalan que este desarrollo militar “no está teniendo en cuenta la estabilidad de la supervivencia” humana debido a su gran potencia.
En lo referente al cambio climático, Chomsky subrayó el papel que están teniendo las “sociedades primitivas o primeras naciones del mundo”.
“En general los países con más población indígena están a la cabeza de los que quieren preservar la vida humana, mientras los países que llevaron las población indígenas a su extinción o a su extrema marginalización van hacia la destrucción”, opinó.
En este sentido, resaltó el hecho de que Ecuador incluyera en su constitución el “derecho a la naturaleza” y que se hayan dado casos similares en “Bolivia”.
También remarcó a los países que se decantan por explotar energías renovables, como hace Uruguay al crear energía del viento o del agua, ya que, según el activista, “el problema no es la tecnología, sino el control de la tecnología”.
Asimismo, resaltó que en Estados Unidos se está dando el caso opuesto, pues este país podría alcanzar una cifra récord de producción de petróleo este verano.
Por último, hizo hincapié en que tanto el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, todo el equipo republicano “niegan que el cambio climático sea un problema”.
Todos estos factores hacen que la situación actual sea de extrema gravedad que se puede comparar con el periodo de tensión que vivió el mundo en 1953.
El doctor norteamericano explicó que durante este periodo de la Guerra Fría un grupo de científicos se reunió para “evaluar el estado del mundo y determinar lo cerca que estaban de un desastre natural”.
En este encuentro denominaron que llamarían al peor escenario político “las doce de la noche en punto”.
“Se estableció que en 1947 faltaban siete minutos para medianoche, en 1953 se avanzó a dos minutos para medianoche”, señaló y añadió que la situación de las agujas del reloj luego mejoró, Debido a la amenaza del cambio climático en 2015 y 2016 se avanzaron las agujas a “a tres minutos para la medianoche”.
“Durante la candidatura de Trump los analistas cambiaron el reloj moviendo la aguja aún más cerca de la medianoche”, acuñó el octogenario, quien subrayó que la razón del cambió fue porque los analistas se dieron cuenta de que “el peligro era mayor”, por lo que en la actualidad “faltan dos minutos para la medianoche”.