China justifica la matanza de Tiananmen

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Ya han pasado tres décadas, pero Yao Weijie lo recuerda como si fuese ayer. Corría la noche del 3 al 4 de junio de 1989 cuando a ella y su marido, el operario de 42 años Yang Minghu, les llegó la noticia de incidentes en las inmediaciones de la plaza de Tiananmen.

El matrimonio simpatizaba con los estudiantes que llevaban allí siete semanas de protestas y quiso asegurarse de que los jóvenes estaban bien. Pero cuando Yang se acercó a ver qué pasaba, la mala suerte quiso que en su camino se cruzara una bala disparada por los militares. Murió en el hospital dos días después con la vejiga perforada. De esta manera, su nombre pasó a engrosar la lista delmillar de fallecidos –aunque nadie sabe la cifra a ciencia cierta– que dejó aquella trágica jornada en Pekín, un desenlace que muy pocos habían previsto.

Ayer , el Gobierno justificó aquella matanza con el argumento de que trajo la estabilidad social que necesitaba la economía para crecer y disparar el bienestar de todos lo chinos.