Jair Soto, AFP, Reuters, EFE y AFP
KIEV. El representante permanente de China ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Zhang Jun, responsabilizó a la OTAN de la operación militar rusa en Ucrania al considerar que “sembraron la semilla” en su intento de expansión hacia el este de Europa
Desde la sesión plenaria de Naciones Unidas, el funcionario chino destacó que la seguridad de todos los países es “indivisible”, por lo que no se puede crear el sistema de seguridad de un país, basándose en la inseguridad de otro.
“La reiterada expansión de la OTAN hacia el este después de la Guerra Fría no solo ha fracasado en hacer a Europa más segura, sino también sembró las semillas del conflicto”, indicó Zhang Jun.
Durante su intervención, el representante de Rusia ante el Consejo, Vasili Nebenzia, declaró que está en curso una guerra mundial económica, y denunció que los países occidentales se estaban preparando para ella de antemano.
“Simplemente ustedes están robando, en la mejor tradición del salvaje Oeste”, afirmó el embajador ruso.
Agregó que occidente ha congelado cuentas bancarias por un valor de 300 mil millones de dólares, además de la ola de sanciones y apropiaciones de la propiedad de ciudadanos rusos.
Mientras tanto en el terreno de batalla, la ONU anunció el envío de un nuevo convoy para rescatar a los civiles de la acería Azovstal, último foco de la resistencia ucraniana en Mariúpol, pese a que Ucrania acusa a Rusia de no haber respetado una tregua unilateral que había prometido para facilitar la evacuación.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que sigue dispuesto a garantizar una evacuación “segura” de los civiles, pero instó a Kiev a ordenar a los milicianos que siguen en la planta que “depongan las armas”.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que su ejército estaba respetando el alto el fuego, que según el anuncio oficial debería durar tres días.
Pero un alto consejero de la presidencia ucraniana, Olexiy Arestovich, indicó que los rusos que entraron en el complejo fueron repelidos, sin dar mayores detalles, alegando que las informaciones de que disponía eran contradictorias.
La conquista total de Mariúpol, tras dos meses de asedio y bombardeos, sería una victoria importante para Rusia de cara al 9 de mayo, cuando Moscú celebra con un desfile militar la victoria sobre la Alemania nazi en 1945.
Los ucranianos temen que los rusos quieran organizar una marcha de la victoria en este estratégico puerto al sur del Donbás, una región ya ampliamente controlada por los separatistas prorrusos.
El portavoz del Kremlin admitió que la ayuda de las potencias occidentales a Ucrania “no permite concluir rápidamente la operación” militar, dejando miles de muertos y forzando a millones de ucranianos a huir de sus hogares. Pero, agregó Peskov, esa asistencia extranjera “no tiene la capacidad de impedir” que Rusia cumpla sus objetivos en la exrepública soviética, que tiene un gobierno prooccidental.
Hasta ahora, Moscú sólo puede reivindicar el control total de una ciudad ucraniana de envergadura, Jersón, en el sur.