Chile ha superado este martes los cinco millones de vacunados contra la covid-19, desde que el 3 de febrero arrancó su plan de vacunación masivo. Con ello, se ha adelantado dos semanas a la meta propuesta de inocular a los grupos de riesgo hasta finales de marzo, al menos con una dosis. La disposición de las vacunas y el ritmo de inyecciones –se ha alcanzado un récord de 319.014 personas diarias– permitirá que el miércoles 24 de marzo se comiencen a inocular a las personas sanas, de entre 59 y 50 años, según anunció este martes el presidente Sebastián Piñera. La campaña avanza a contrarreloj, justamente cuando el país sudamericano enfrenta uno de los peores momentos de la pandemia: nunca antes hubo tanta gente con ventilación mecánica, desde que se desató la crisis sanitaria hace un año: 1.806 pacientes. Los hospitalizados en unidades de cuidados intensivos llegan a los 2.099, rozando el pico de ingresados que se registró el 23 de junio, con 2.129 personas. Apenas hay 166 camas críticas disponibles a nivel nacional, del sistema integrado de la salud pública y privada.
Este martes se reportaron 4.591 casos nuevos, con lo que Chile alcanza los 900.782 contagiados confirmados desde hace un año. De ellos, 32.867 están en etapa activa, similar a las cifras de junio de 2020, en lo peor de la primera ola. Con 21.789 muertes por covid-19 confirmadas, el Gobierno vuelve a endurecer las restricciones. Desde este jueves, 6,5 millones de personas estarán bajo confinamiento total a nivel nacional, es decir, un tercio de la población. Algunas cirugías se han suspendido en 12 de las 16 regiones chilenas.
Según ha explicado el ministro de Salud, Enrique Paris, “quizás después del 15 de abril, según estudios provenientes de otros países, Chile podría ver algunos resultados alentadores gracias al éxito de nuestra campaña de vacunación masiva”. La inmunidad de rebaño de la vacuna, ha explicado la autoridad, podría producirse cuando esté inoculada cerca del 80% de la población, es decir, a fines de junio.
El Ministerio de Salud ha informado sobre la edad de las personas que están internadas de gravedad: “Si bien todos los grupos etarios han aumentado en el último mes, este aumento ha sido más significativo en el grupo entre 40 y 60 años. Los grupos entre 70 y 80 años, si bien también han crecido, lo han hecho en mucha menor proporción”, explicó el lunes el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac. Los efectos de las vacunas se comienzan a notar en casos como el de Chiloé, en el sur del país, donde 51 de los 52 adultos mayores de una residencia resultaron contagiados. Como habían recibido la primera dosis de Sinovac el 6 de febrero, sin embargo, ninguno enfermó de gravedad.
La compleja situación sanitaria abrió el debate sobre la posibilidad de aplazar las elecciones de abril próximo, donde se deberá concurrir a las urnas para unos comicios múltiples: las municipales (alcaldes y concejales), de gobernadores (que hasta ahora son designados por el Ejecutivo) y los 155 convencionales que escribirán la nueva Constitución. El Gobierno ha tomado medidas para disminuir los riesgos y logró que el Congreso apruebe una reforma para realizar las votaciones en dos días, el 10 y el 11 de abril, algo inédito en Chile en la historia reciente. Pero de todas formas existen voces de alerta, como la del médico Jaime Mañalich, que fue el ministro de Salud de Piñera en toda la primera etapa de la pandemia. El Colegio Médico chileno también ha coincidido en la necesidad de valorar la situación sanitaria antes de tomar una decisión.
“Los parlamentarios deberían evaluar correr las elecciones en casos extremos. Es decir, si a dos semanas previas al desarrollo de las mismas no existen señales de mejoría y el nivel de ocupación de camas críticas en su máxima expansión supera el 95% de ellas”, indicó ayer en un vídeo la presidenta del Colegio Médico, la médico Izkia Siches. “Sería un riesgo inminente de no contar con las condiciones para seguir prestando atención en nuestro país. Lo más probable es que frente a ese escenario estemos en un contexto de confinamiento total”, dijo la dirigente, que acusó problemas de coherencia y consistencia en el plan de retorno gradual del Gobierno a las actividades. Siches ejemplificó: se cierran los gimnasios, pero se mantienen abiertos los centros comerciales.
No sería la primera vez que Chile aplaza las elecciones por la pandemia. El plebiscito para decidir si se reemplazaba o no una nueva Constitución se iba a realizar el 26 de abril de 2020, pero se postergó para el 25 de octubre pasado. En el referéndum -donde ganó rotundamente la opción de una nueva carta fundamental– hubo un 50,9% de participación, similar a la segunda vuelta presidencial de 2017. Los que vieron el medio vaso vacío concluyeron que Chile seguía estancado en un 50% de abstención, pese a que en el plebiscito estaban en juego asuntos cruciales y se trataba del proceso electoral de mayor importancia desde 1988, con el No a Augusto Pinochet. Los que miraron el medio vaso lleno argumentaron que el 50,9% de participación fue un buen porcentaje, porque se dio en un contexto de pandemia, estado de excepción constitucional –con toque de queda– y con el país sufriendo un “abstencionismo estructural”, como lo llaman en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Chile tiene la meta de vacunar a 15 millones de personas en el primer semestre, como reiteró Piñera este martes. El presidente agregó que están aseguradas 35 millones de dosis, que están siendo suministradas a la población en 15.000 puntos en todo el territorio.