Un crimen atroz e injustificado”.
Así calificó el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, el asesinato del escritor y periodista Jamal Khashoggi ocurrido el pasado 2 de octubre en el consulado del país árabe en Estambul, Turquía.
Es la primera vez que Bin Salman se pronuncia en este sentido. “El crimen fue doloroso para todos los sauditas”, dijo el príncipe heredero en un foro empresarial en Riad, la capital del país árabe.
Además, Bin Salman se comprometió a llevar a los autores del crimen ante la justicia.
Hasta ahora, el gobierno saudita ha responsabilizado de la muerte a “agentes que actuaron por su cuenta”.
Sin embargo, el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan declaró el martes que Khashoggi fue víctima de un “asesinato político cuidadosamente planificado” por funcionarios de inteligencia y otras autoridades sauditas.
¿Qué dijo Mohammed bin Salman?
“Los autores serán llevados ante la justicia”, subrayó el príncipe heredero.
Bin Salman señaló que hay buena cooperación con Turquía y añadió: “Muchas personas intentan aprovechar esta dolorosa situación para crear una ruptura entre Arabia Saudita y Turquía. Quiero hacerles llegar un mensaje: nunca serán capaces de hacer eso. Nunca habrá dicha ruptura”.
La conferencia de tres días, llamada la Iniciativa de Inversión Futura pero conocida informalmente como “Davos del Desierto” en referencia al foro económico de Suiza, es importante para los sauditas, pero ha sido boicoteada por múltiples líderes occidentales como consecuencia del caso Khashoggi.
Los sauditas han intentado mostrar que todo se está desarrollando normalmente, aunque el ministro de Energía Jalid al Falih reconoció el martes que hay “una crisis” por la muerte del periodista,
Estado de ánimo cambiante
Análisis de Sebastian Usher, BBC, Riad.
En Arabia Saudita crece la sensación de que esta no es una tormenta que simplemente se pueda capear hasta que pase.
Gestos de relaciones públicas por parte de los sauditas, como por ejemplo la reunión del rey y el príncipe heredero con Salah el hijo de Khashoggi el martes en Riad, solo están empeorando la situación.
La familia real ha celebrado reuniones de crisis para decidir hasta qué punto deben intentar calmar la sensación global de repulsión. Pero parece que hay pocas perspectivas de cambio en lo más alto.
El ánimo entre los inversores extranjeros se ha ensombrecido. Un inversor estadounidense que vitoreaba jubilosamente al príncipe heredero el martes, parecía un hombre diferente el miércoles por la mañana mientras se dirigía a una reunión urgente para hablar de un proyecto de miles de millones de dólares.