“Cuando el descontento se acumula basta una chispa para que se encienda”, analiza el sociólogo César Cuello sobre el movimiento en rechazo al presidente de la Cámara de Diputados, Radhamés Camacho, luego que un fanático le vociferara “ladrón” durante un partido de béisbol en el Estadio Quisqueya. De inmediato, el hecho se volvió viral en las redes sociales y bajo el hashtag #CamachoCorruptoChallenge llovieron las críticas contra el legislador.
Para el profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) el incidente entre Camacho y Máximo Eladio Romero, quien fue luego apresado, hubiese pasado por desapercibido sino fuese por la “tanta indignación e indiferencia que genera impunidad” debido a la falta de investigación de casos evidentes de corrupción y que no han sido perseguidos pese al “rumor público”, como una vez prometiera el presidente Danilo Medina antes de ostentar el poder en 2012.
“Yo no diría que este es un detonante pero es un elemento más que se va acumulando”, sostiene Cuello, luego de ver como otras personas se unieron al reclamo de Romero en el juego del pasado martes entre los Tigres del Licey y Las Águilas Cibaeñas.
El sociólogo considera que la falta de respuesta en casos de corrupción de magnitud como es la red de sobornos utilizada por la compañía brasileña Odebrecht para conseguir contratos de construcción generan un sentimiento de cansancio.
“Es una expresión de que la gente no está dispuesta a seguir aguantando el cúmulo de abusos, de atropellos y de concentración de riquezas en pocas manos. Sobre todo de riqueza ilícita”, plantea Cuello.
Aunque no cree que por el momento pudieran suceder estallidos como han pasado en las últimas semanas en Chile, Ecuador o Haití sí entiende que aún no ha muerto el sentimiento que generó Marcha Verde en su momento y que pudiese resurgir.
Camacho es miembro de la cúpula del Partido de la Liberación Dominicana y quien desde el año 2010 generó controversia tras dar a conocer una declaración jurada con “un error técnico” de un ahorro en el Banco Popular por RD$2, 858,517, 067.00 aunque luego sometió otro documento en el cual pedía que esto “debería corregirse” y en su lugar colocar la cifra de RD$2, 858,517.00.
En esa misma declaración el legislador dijo tener ingresos mensuales por 91 millones de pesos que luego rectificó por 91,000 pesos al mes.
En ese entonces Camacho, quien es licenciado en pedagogía de profesión, declaró un patrimonio total por RD$51, 077, 517 que incluía ahorros, certificados bancarios, inmuebles y vehículos.
Sin embargo, a raíz de presiones de varias instituciones de la sociedad civil en 2018 el presidente de la Cámara de Diputados presentó una nueva documentación en la que daba cuenta que su patrimonio había pasado de RD$28,251, 517 en 2010 a RD$ 70, 757,863.
“El hartazgo crea indignación y eso es lo que ha pasado una indignación ciudadana acumulada”, sentencia el profesor de sociología.