RÍO DE JANEIRO. Con caravanas de vehículos y hasta de bicicletas en al menos 50 ciudades, los movimientos sociales y sindicales de Brasil exigieron este sábado que el presidente Jair Bolsonaro sea sometido a un juicio político destituyente por su cuestionada gestión frente a la pandemia del coronavirus.
Los desfiles de vehículos llamando la atención con sus bocinas y portando banderas y carteles con mensajes contra Bolsonaro y en favor de medidas eficaces contra la pandemia se multiplicaron en las capitales regionales pero también en ciudades medianas.
Los manifestantes quieren que el Congreso ponga en discusión alguna de las 57 peticiones de apertura de juicio político de destitución contra Bolsonaro que han sido presentadas a la Cámara de Diputados y que cuestionan al jefe de Estado principalmente por su negacionismo frente a la gravedad de la pandemia.
Las manifestaciones de ayer fueron convocadas en las redes sociales por los partidos de izquierda, centrales sindicales y las poderosas coaliciones Frente Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, que reúnen a enormes organizaciones sociales como el Movimiento de los Sin Tierra (MST) y la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE).
Las caravanas tuvieron la adhesión de cientos de vehículos en las mayores ciudades pero no fueron multitudinarias como otras protestas contra Bolsonaro debido a que sus organizadores optaron por convocar a los manifestantes en automóviles para no provocar aglomeraciones y evitar la diseminación del Covid.
Para los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, el líder ultraderechista se ha convertido en un obstáculo para que Brasil pueda superar la actual crisis sanitaria, así como las crisis económica y política, por lo que es necesario presionar al Congreso para que lo juzgue y discuta su posible destitución.
Brasil, con 210 millones de habitantes, es uno de los epicentros globales de la pandemia; el segundo país con más muertes en el mundo por covid-19.