SHANGHÁI—A medida que las infecciones por coronavirus en China siguen apareciendo sin dar señales de desaceleración, el gobierno comunista ha tomado medidas drásticas ante los medios de comunicación e internet, en un esfuerzo por controlar el discurso sobre la crisis que se ha vuelto un desafío único para los dirigentes en Pekín.

Algunos funcionarios de salud chinos comentaron el jueves 6 de febrero que 563 personas han fallecido a causa del virus, un aumento respecto de las 490 personas que fallecieron el día anterior, y que se tienen 28.018 casos confirmados de infección. A diario se contagian miles de personas más y muchos chinos temen que la propagación del virus no se controle adecuadamente.

EL TIMES
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Con la frustración en aumento por todo el país, los dirigentes chinos parecen estar fortaleciendo el control sobre la información después de un breve lapso en el que organizaciones de noticias pudieron reportar la crisis a cabalidad y de que muchos comentarios negativos acerca de la respuesta oficial se publicaron en línea sin censura.

En días recientes, tanto los medios de comunicación dirigidos por el estado como los canales de enfoque más comercial han recibido instrucciones de enfocarse en historias positivas sobre los esfuerzos por contener el virus, de acuerdo con tres personas que pertenecen a organizaciones noticiosas chinas y quienes dieron su testimonio bajo anonimato para hablar de las normas internas.

Las plataformas de internet han eliminado una variedad de artículos que sugieren la existencia de deficiencias en la respuesta del gobierno chino o que son negativos al referirse al brote.

Algunos funcionarios locales también han tomado medidas contra lo que llaman “rumores” en línea acerca del virus. Esta semana, el Ministerio de Seguridad Pública de China elogió dichos esfuerzos que han continuado incluso después de que una persona que fue reprendida por difundir rumores resultó ser un médico que alertaba sobre los primeros casos de la enfermedad.

El gobierno chino ha modificado su estrategia para el control de información en respuesta a la naturaleza cambiante del descontento del público, afirmó King-wa Fu, profesor adjunto en el Centro de Estudios de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Hong Kong

Durante los primeros días de la crisis, las fuertes críticas en línea estuvieron dirigidas en su mayoría a las autoridades locales. Ahora, gran parte de la molestia se enfoca en el liderazgo de alto nivel y parece que en general ha aumentado, comentó.

ImageUn trabajador camina entre las camas en un centro de convenciones que  se ha transformado en un hospital temporal en Wuhan, China
Credit…Getty Images

Por ejemplo, a finales del mes pasado, después de que The New England Journal of Medicine publicó un ensayo de investigación acerca de los primeros casos del virus, los usuarios de internet en China se aprovecharon del hecho de que muchos de los autores trabajaban para el Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, para afirmar que su trabajo era informar al público y no promover sus carreras como investigadores.

 

“Ahora entiendo”, escribió una persona en la plataforma de la red social Weibo. “Todo este tiempo, el propósito del CCDC (por su sigla en inglés) fue publicar artículos de investigación”.

“El enojo me ha dejado sin palabras”, escribió otra.

Más tarde, los investigadores afirmaron que toda su información sobre las infecciones se había hecho pública antes de la redacción del ensayo.

A estas alturas, dijo Fu, un incremento en la censura “no detendría la frustración pública”.

El rápido aumento en la cantidad de infecciones y fallecimientos a causa del virus ha puesto más presión en el liderazgo de alto rango en China. Los hospitales que se encuentran cerca del centro de la epidemia han superado su capacidad y las personas con síntomas parecidos a los de la gripe han sido rechazadas. Muchos casos no han sido diagnosticados a causa de la escasez de equipos de prueba.

No obstante, la cantidad de personas que se están recuperando en China también está aumentando. El miércoles 5 de febrero, un importante experto en salud le atribuyó el gran incremento en el número de casos confirmados al hecho de que los hospitales han podido diagnosticar el virus con mayor rapidez. La cantidad de casos sospechosos ha disminuido por la misma razón, comentó el experto Li Xingwang, en un reporte noticioso oficial.

Al parecer, las nuevas restricciones a la información se pusieron en práctica a principios de esta semana, cuando el dirigente de China, Xi Jinping y otros oficiales de alto rango afirmaron en una reunión que “endurecerían el control sobre los medios de comunicación en línea” como una de varias medidas para conservar la estabilidad social.

Los dirigentes afirmaron que los esfuerzos de la propaganda del gobierno deben enfocarse en “transmitir claramente los emocionantes logros en las líneas de combate de la prevención de la epidemia” y en “mostrar la unidad y el espíritu del pueblo chino para salir adelante juntos en tiempos difíciles”, de acuerdo con Xinhua, la agencia oficial de noticias.

Credit…Billy H.C. Kwok para The New York Times

Después de la reunión, un funcionario de alto rango del departamento central de propaganda de China le comentó a la cadena Televisión Central de China (CCTV, por su sigla en inglés) que su departamento despachó a más de 300 periodistas a la línea de batalla de la epidemia en Wuhan y su provincia circundante, Hubei.

El funcionario, Zhang Xiaoguo, afirmó que el objetivo del departamento era hacer de la campaña de control y prevención su “máxima prioridad”.

No quedó claro si entre los 300 periodistas se incluye a los que ya estaban reportando desde Hubei o si son recién llegados. Tampoco se especificó a qué organizaciones de noticias representan. El departamento de propaganda no respondió a un fax donde se solicitaba algún comentario.

El esfuerzo fue recibido con sarcasmo en redes sociales.

“Al fin llega la energía positiva”, escribió un usuario en Weibo, usando el término que usa el gobierno chino para referirse al tono acrítico y entusiasta que le gusta ver en la prensa.

La publicación tuvo más de 27.000 ‘me gusta’. Pero todos los comentarios en la publicación fueron finalmente borrados y después se bloquearon los comentarios.