Se calcula que cada año 10 millones de personas mueren de cáncer. Según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), el número de nuevos casos en 2020 rondaba los 19,3 millones, y sigue aumentando. En 2040, esa cifra podría llegar a los 30 millones, y el número de muertes rondaría los 16 millones anuales, según el CIIC.
En la actualidad, el cáncer de pulmón es el que más vidas se cobra en todo el mundo, con cerca de 1,76 millones de muertes, que afectan principalmente a los hombres. La mayoría de las mujeres de todo el mundo mueren de cáncer de mama, responsable del 15 por ciento de los decesos relacionados con el cáncer entre las mujeres, con unos 627.000 fallecimientos. Luego siguen el cáncer de pulmón (13,8 por ciento) y el cáncer colorrectal (9,5 por ciento).
Aumentan los diagnósticos en adultos jóvenes
Según un nuevo estudio, cada vez hay más casos de determinados tipos de cáncer en adultos menores de treinta años en Estados Unidos. Para el estudio, se examinaron 17 registros del Instituto Nacional del Cáncer con más de 500.000 casos de cáncer en estadio inicial en pacientes menores de 50 años entre 2010 y 2019. Según el estudio, el aumento de casos diagnosticados fue mayor en mujeres jóvenes, con un 4,35 por ciento, hasta 35.721 casos. Los cánceres en estadios iniciales diagnosticados con mayor frecuencia fueron el de mama (12.649 casos), el de tiroides (5.869) y el colorrectal (4.097).
Este incremento no se limita a Estados Unidos. Un estudio de los registros de cáncer de 44 países publicado el año pasado reveló que la incidencia de cánceres en estadios iniciales está aumentando rápidamente en 14 tipos de cáncer, muchos de los cuales afectan al aparato digestivo.
El hecho de que el cáncer se diagnostique cada vez con más frecuencia, incluso en adultos jóvenes, tiene que ver sobre todo con que las pruebas de detección precoz se han hecho mucho más precisas y con que se realizan cada vez más exámenes.
Diferentes tipos de detección del cáncer
Un diagnóstico de cáncer ya no es una sentencia de muerte. Hoy en día, en muchos casos hay cura. Para ello, sin embargo, el cáncer debe detectarse lo antes posible. Si un tumor se detecta en una fase temprana, las posibilidades de éxito del tratamiento son inmensas. Existen dos métodos de detección: el diagnóstico precoz y el cribado.
El diagnóstico precoz se centra en sospechas y síntomas individuales, por ejemplo cuando una mujer nota un bulto en el pecho o cambios en la piel, mientras que las pruebas de cribado se realizan de forma rutinaria a un gran número de personas para identificar precozmente posibles casos. Algunos ejemplos son el cribado del cáncer de mama mediante mamografía o el cribado del cáncer de cuello uterino.
La edad es decisiva
Aunque el cáncer se diagnostica cada vez en personas más jóvenes, algunos exámenes de diagnóstico precoz solo se recomiendan a una edad más avanzada. La razón: las recomendaciones de edad suelen determinarse en función de la probabilidad de cáncer y el beneficio de las medidas de detección precoz. Algunos tipos de cáncer son más frecuentes a edades más avanzadas. En el caso del cáncer colorrectal, por ejemplo, el riesgo aumenta considerablemente a partir de los 50 años.
Los costes del cribado generalizado de los grupos de edad más jóvenes pueden no ser proporcionales a los beneficios esperados. Diversos factores, como las pruebas científicas, los factores de riesgo, la relación costo-beneficio, la disponibilidad de recursos, la calidad de los sistemas sanitarios y las consideraciones éticas, son cruciales.
(gg/dzc)