José Mariano López Urdiales
Fundador de Zero2Infinity
Si Phileas Fogg (por muy personaje imaginario que fuera) veía posible dar la vuelta al mundo en 80 días gracias a las posibilidades que le ofrecían los globos aerostáticos, es más que legítimo que otro pionero (y visionario) haya decidido elegir idéntico medio de transporte -los globos- para alcanzar el espacio. El nombre de este soñador, ingeniero aeronáutico y con experiencia en Boeing Phanton y la ESA, es José Mariano López-Urdiales. Antes de lanzarse a fundar su propia empresa, Zero2Infinity, en 2009, el español ya había publicado algunos artículos en los que hablaba de las posibilidades que ofrecían los globos estratosféricos como vía alternativa a los métodos convencionales para acceder al espacio. Precisamente, uno de los elementos más caros y peligrosos de intentar colocar objetos allá arriba son los cohetes utilizados para levantar los satélites o las naves y atravesar la atmósfera. Un coste tan elevado que ha sido durante mucho tiempo uno de los frenos más severos a la carrera espacial, hasta que SpaceX, la empresa de Elon Musk ha demostrado que puede haber cohetes reutilizables. La propuesta de López-Urdiales, en cambio, encierra la belleza de la simplicidad:
“En lugar de luchar contra la naturaleza somos su aliado. La gravedad nos atrae a la tierra. El aire nos frena si nos intentamos mover. Pero si utilizamos un globo, esa misma gravedad y ese mismo aire nos ayudan a salir. Y nos ayudan a salir hasta donde ya es fácil coger velocidad. En lugar de imponer nuestra realidad, nuestra ingeniería a la naturaleza, debemos entender la naturaleza para conseguir nuestros objetivos de una forma más armoniosa”. Liviandad frente a pesadez