David Nabarro, asesor especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha pedido a los países que dejen de usar el confinamiento como método principal para controlar el covid-19. “Desarrollen mejores sistemas para hacerlo, trabajen juntos y aprendan unos de otros”, comentó el experto, al que evocó los planes de rastreo y la hospitalización como medidas preferibles para tratar la nueva enfermedad.
“El único momento en el que creemos que un confinamiento está justificado es paraganar tiempo para reorganizar, reagrupar, reequilibrar los recursos y proteger a los trabajadores de la salud que están agotados, pero, en general, preferimos no hacerlo”, explicó el Dr. Nabarro en una entrevista concedida a The Spectator que salió publicada el pasado jueves.
En este sentido, el asesor recuerda que los cierres “solo tienen una consecuencia que nunca hay que menospreciar”: la de hacer que “la gente pobre sea mucho más pobre”.
“Espantosa catástrofe global”
Nabarro, que es el encargado de la OMS para el coronavirus en Europa, advierte que la pobreza mundial podría duplicarse para el próximo año a consecuencia de la actual pandemia, que califica de “terrible y espantosa catástrofe global”. “Puede que tengamos al menos el doble de desnutrición infantil”, se lamenta.
Hace unos meses Nabarro advirtió que la amenaza del covid-19 seguirá latente para la humanidad durante un largo tiempo hasta que no exista una vacuna, e instó a las comunidades de todo el mundo a desarrollar una infraestructura y una capacidad suficientes para hacer frente a posibles rebrotes esporádicos de la enfermedad en el futuro.
¿Qué más aconseja?
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Asimismo, Nabarro indicó que es necesario que todas las sociedades “se coloquen en una posición en la que puedan defenderse contra el coronavirus como una amenaza constante y puedan realizar actividades sociales y económicas con el virus en nuestro medio”.
El asesor especial de la OMS cree que la humanidad se encuentra apenas en el comienzo del nuevo coronavirus y que su final es imposible de predecir, argumentando que la realidad “es mucho peor que cualquier ciencia ficción sobre pandemias”.
El covid-19 ya ha dejado 1.077.718 millones de muertes y más de 37,5 millones de infectados en todo el mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Paralelamente, al menos 26 millones de personas se han recuperado desde el inicio del brote.