Apple logró una importante marca con su iPhone X, el primero de la familia que se desbloqueaba con el rostro y sin botón Home. Fue un auténtico éxito de ventas y, sobre todo, alcanzó tasas de satisfacción del 98% entre los usuarios. Sin embargo, no todos los compradores del terminal estaban del todo satisfechos. Un número limitado de ellos comenzó a reflejar en foros y redes sociales un extraño problema que dificultaba mucho su uso: los toques fantasma.
Lo que sucedía a estos usuarios del dispositivo era realmente extraño: la pantalla del iPhone comenzaba a moverse como si un dedo invisible estuviera tocando la pantalla, lo que motivó que algunos sospecharan que podría tratarse de un virus. Otros propietarios del iPhone X, por el contrario, se topaban con que la pantalla táctil del equipo había dejado de responder o bien mostraban un funcionamiento errático. Aunque el fabricante no ha aportado más detalles, parece que se trata de un problema aislado que la compañía de Cupertino ha reconocido en una entrada en su página de soporte.
En la misma, Apple reconoce la existencia de problemas “en algunas pantallas del iPhone X”, cuyos propietarios “estarían experimentando problemas táctiles debido a un componente que falla en el módulo de pantalla”. El fabricante californiano limita el efecto de este módulo dañado a las dos situaciones descritas: cuando la pantalla deja de reaccionar al toque o bien lo hace de forma errática y cuando “reacciona incluso cuando no se toca”. El efecto ha provocado que se le conozca por el nombre de “fantasma”.
En ambos casos, la firma de Tim Cook se compromete a sustituir dicho módulo sin ningún coste para el usuario en centros autorizados o bien a través de la web de soporte de la compañía. Pese a que Apple no extiende la garantía del dispositivo debido a este problema, sí se compromete a garantizar durante tres años y desde la primera compra el correcto funcionamiento de este módulo.
No es, desde luego, el primer programa de remplazo de partes dañadas llevado a cabo por Apple en un iPhone, y en este sentido, el fabricante lanzó una campaña de remplazo de las baterías del dispositivo (que termina el 31 de diciembre) tras ser criticada por reducir el rendimiento de los iPhone para compensar la reducción de la vida de la batería por el uso.