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Trump y Kim se verán las caras después de cruces verbales y demostraciones militares
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Pyongyang cree que ha llegado el momento de negociar
- Fue tan solo hace unos meses. Contábamos que Donald Trump llamaba a Kim Jong-un “pequeño hombre-cohete”, y el líder norcoreano “viejo chocho loco” al de la Casa Blanca.
Hablamos de hasta 18 ensayos balísticos en 2017, y 13 de ellos exitosos según el régimen de Pyongyang y de otra bomba atómica detonada el 4 de septiembre que junto a los dos misiles que sobrevolaron Japón, elevaron la alerta al máximo.
Estuvimos en la isla de Guam porque era uno de los blancos de las amenazas de Kim, tan norteamericana y centrada en el Pacífico como está, y sobre todo, más cerca de Corea del Norte que las bases de Hawái, y volamos varias veces a Seúl para tomar el termómetro a una tensión que parecía que iba a llevar a ataques preventivos en cualquier momento.
Fue solo hace unos meses pero así fue 2017 en esta parte del mundo, marcado por un dejar todo y bailar al ritmo que marcaba Kim Jong-un y las respuestas nada apaciguadoras de Trump.
Y de repente, el pasado jueves 8 de marzo, de nuevo dejábamos todo pero esta vez para hablar de una noticia en la antípodas de las anteriores que, dicho sea de paso, se convirtieron al final en una rutina tediosa aunque fuese tremenda. Nos tocaba hablar de algo un tanto increíble. De la invitación de Kim a Trump para una reunión de diálogo, y el ¨sí quiero¨ del presidente estadounidense.
Kim cambia de actitud
¿Qué había pasado? ¿Por qué este cambio de actitud de Kim Jong-un?. La reunión, de producirse finalmente en mayo, será histórica y sin precedentes. Nunca antes han tenido una bilateral los dirigentes de ambos países que durante un cuarto de siglo han intentado negociar sin éxito y sobre todo después de que en 2006, Corea del Norte hiciese su primera prueba nuclear.
A las preguntas, Donald Trump daba la primera respuesta. Las duras sanciones económicas y la ayuda de China habían dado resultado.
Pero en Pekín, algunos expertos consideran que si bien China ha tenido un papel importante, no ha sido el decisivo.Para el analista Zhao Tong del prestigioso Centro de Política Global de Carnegie-Tsinghua con el que hablamos, el cambio de actitud de Corea del Norte se debe a que “sabe que está en la segunda fase de su estrategia. Ha logrado en poco tiempo completar su capacidad nuclear, se siente seguro y puede negociar para que la comunidad internacional le reconozca como una potencia importante”.
“Ha logrado en poco tiempo completar su capacidad nuclear, se siente seguro y puede negociar“
Zhao añade que China ha hecho un esfuerzo para apoyar las sanciones de la ONU y que, sobre todo, “ha impulsado el diáologo detrás de la escena”.
Y para Toby Dalton, codirector del Programa de Políticas Nucleares de Carnegie para la Paz Internacional, China y todos los países implicados en la zona deberán seguir en la escena ante una negociación compleja y previsiblemente larga en el tiempo.
“No se pasa a la desnuclearización de la noche a la mañana. Para que esa reunión sea un éxito de debe tomar como un punto de partida para futuras negociaciones“
“No se pasa a la desnuclearización de la noche a la mañana. Para que esa reunión sea un éxito de debe tomar como un punto de partida para futuras negociaciones, y no como un punto final en el proceso” dice en una entrevista recogida por Reuters.
China, socio comercial menguante
China siempre ha sido el socio histórico de Corea del Norte. Ambos países han compartido desde 1949 un sistema comunista, una frontera geográfica, y ha sido el respiradero cuando el resto de la comunidad internacional les ha bloqueado como castigo a cada prueba nuclear.
Es cierto que ahora Pekín también también ha respaldado esas sanciones pero realmente Corea del Norte solo tiene carbón para exportar a China que cada vez utiliza menos, así que últimamente Pyongyang tampoco dependía tanto del gigante asiático.
Por otro lado la China de Xi Jinping ha manifestado varias veces que nunca apoyaría una acción bélica contra Corea del Norte y sobre todo liderada por Estados Unidos que sigue aspirando a tener la hegemonía en el Pacífico asiático por su importancia estratégica y en pugna siempre con China.
Y con el análisis, los hechos que se suceden día a día. De la maquinaria de la diplomacia que se visualizó ya en los Juegos de Invierno de PyeonChang 2018, a la reunión prevista en abril entre Kim Jong-un y el presidente surcoreano Moon Jae-in, también dentro del proceso de paz, o la postura de Japón.
Tokio había pedido a Corea del Norte que diese pasos reales y verificables hacia la desnuclearización antes de levantar la presión, pero en las últimas horas el primer ministro Shinzo Abe también ha manifestado su deseo de reunirse con el líder norcoreano.
Análisis | Corea del Norte ¿De verdad quiere Kim hablar de paz?
Combo de imágenes del presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong un AFP PHOTO / KCNA VIA KNS Y AFP PHOTO / SAUL LOEB