Ni plegarias atendidas ni súplicas escuchadas, aunque procedieran de celebridades.
Nathaniel Woods, de 44 años, recibió la inyección letal la madrugada del viernes en el penal de Atmore, Alabama, por la muerte de tres policías en el 2004.
El Tribunal Supremo del estado y la gobernadora Kay Ivey (republicana) se opusieron a aplazar la ejecución a pesar de la intensa campaña de protestas de activistas y de personalidades.
Woods jamás apretó el gatillo, pero se le condenó al igual que al pistolero, Kerry Spencer. La Fiscalía mantuvo la tesis de que fue Woods el que emboscó a los tres agentes para que acudieran a una vivienda donde se supone que había tráfico de drogas. La decisión de sentenciarlo a la pena capital la tomó un jurado que no alcanzó la unanimidad. Dos miembros se opusieron a su muerte.
Todos los que les han apoyado sostienen que no existen evidencias de que Woods fuera el ideólogo de la emboscada y que le han enviado a la tumba en un proceso plagado de irregularidades, sin esa unanimidad que se requiere en cualquier otro veredicto.
Las llamadas de benevolencia a Ivey se multiplicaron estos últimos días
Doug Jones, senador demócrata por Alabama, expresó su preocupación en un comunicado a la hora de pedir la suspensión. “Todos saben de mi compromiso con una justicia fuerte…, pero se requiere tiempo para revisar los hechos y las circunstancias”, indicó.
Uno de los más activos en ese esfuerzo fue Martin Luther King jr., hijo del mítico reverendo que lideró la lucha por los derechos civiles. Suplicó por carta a la gobernadora que frenara la ejecución. “Matar a este hombre afroamericano, cuyo caso parece haber sido mal llevado en el tribunal, puede producir una irreversible injusticia”, recalcó.
Las llamadas de benevolencia a Ivey se multiplicaron estos últimos días. La gobernadora denegó la clemencia. Dijo que en estos 15 años se ha revisado nueve veces la sentencia “y el juzgado no halló razón para modificarla”.
No la ha cambiado pese a una carta de Spencer, el otro acusado, aún a la espera de su turno letal, en la que afirma ser “al 100%” el único autor de la matanza.
Todo en saco roto. Como los mensajes de famosos de ámbitos diversos, que van de la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, que reclamó abolir la pena de muerte, a la frívola Kim Kardashian West, para quien este caso “es un trágico ejemplo de la injusticia del sistema”. Como remarcó Luther King jr., se ejecuta “a una persona potencialmente inocente”.