Al menos 63 personas han muerto en un atentado suicida con bomba en Kabul, la capital de Afganistán, según ha informado la policía del país. El ataque se ha producido en el salón de bodas Shahr e Dubai en un barrio de minoría chií y ha dejado, además, 182 heridos. Entre las víctimas hay al menos seis menores, según la televisión del país Tolo News.

El suceso ocurrió hacia las 22.40 del sábado (hora local, 19.40 hora peninsular española) cuando el atacante hizo detonar los explosivos que portaba en una sala de bodas abarrotada, según un portavoz del Ministerio del Interior. Testigos presenciales han confirmado que el salón estaba lleno de invitados y vídeos publicados en redes sociales muestran a mujeres gritando frente al lugar del evento y a otras personas conmocionadas tras la explosión. En este tipo de ceremonias es habitual que se concentren hasta 400 personas.

El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se atribuyó este domingo la autoría del atentado, una acción de la que los talibanes ya se han desvinculado. En un comunicado difundido en la red social Telegram y cuya veracidad no ha podido ser comprobada independientemente, el ISIS explicó que primero se inmoló un atacante suicida, identificado como Abu Asem al Pakistani, y posteriormente explotó un coche bomba.

El atentado ha despertado una oleada de indignación y los talibanes han querido desvincularse del ataque a través de las redes sociales. “El Emirato Islámico [como se autodenominan los talibanes] condena firmemente la explosión dirigida contra civiles en un hotel de la ciudad de Kabul. Este tipo de actos deliberadamente barbáricos contra civiles, incluyendo mujeres y niños, están prohibidos y son injustificables”, ha afirmado el portavoz de la formación insurgente, Zabihullah Mujahid.