Al menos 330 personas murieron y más de 2.500 resultaron heridas por elterremoto de magnitud 7,3 que este domingo por la noche la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán y fronteriza con Irak, con la región del Kurdistán. No se descarta que la cifra de víctimas pueda aumentar debido a que continúan las labores de rescate y de retirada de escombros.
En Irak hay más 500 heridos y hubo siete víctimas mortales. Cuatro de los fallecidos se registraron en la localidad de Darbandiján, cerca de la frontera iraní, otros dos en Karamian y uno, en Suleimaniya, según informó el ministerio regional de Salud de la región autónoma del Kurdistán en un comunicado. El departamento también afirmó que 201 personas fueron hospitalizadas con heridas de diversa gravedad y otras 120 fueron atendidas por ataques de pánico.
Las poblaciones más afectadas por el terremoto en Irán son Kermanshah, Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale, donde las comunicaciones telefónicas y la luz quedaron anoche cortadas. Los habitantes de muchas de estas zonas fueron evacuados de sus casas ante el temor de derrumbes. A esta poblaciones han sido enviados efectivos de la Media Luna Roja de Irán, el Ejército y el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) para ayudar en las tareas de rescate. Un comité de gestión de crisis presidido por el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli, ha celebrado una reunión de emergencia para estudiar las dimensiones del seísmo.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, movilizó este lunes a todos los cuerpos de seguridad para acelerar las tareas de rescate y de retirada de escombros. Jameneí expresó sus condolencias y ordenó la implicación en las labores de búsqueda del Ejército, los Guardianes de la Revolución y la fuerza de Voluntarios Islámicos Basij, según un comunicado. El líder insistió en que todas las capacidades del país deben “usarse rápidamente” para evitar un aumento en el número de muertos en la provincia de Kermanshah. Por su parte, el presidente iraní, Hasan Rohani, está en contacto permanente con el ministro del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli, para acelerar las labores de rescate.