Un atentado con bombas y armas de fuego perpetrado por terroristas armados contra una mezquita en el norte de la volátil península del Sinaí, en Egipto, ha dejado al menos 270 muertos y unos 90 heridos, según ha informado el regidor de la localidad, Nasrala Mohamed, en declaraciones a la televisión estatal egipcia. El ataque, el más mortífero en la historia del país, tuvo lugar en la mezquita de Al Rawdah en Bir al-Abed, al oeste de la ciudad de Arish.
Los terroristas colocaron artefactos explosivos de fabricación casera alrededor de la mezquita y los hicieron detonar a la salida de los fieles del rezo del viernes, el día sagrado para los musulmanes, según una fuente de seguridad, que añadió que las personas que pudieron escapar fuerontiroteadas por los extremistas, que iban a bordo de cuatro vehículos todoterreno.
Disparaban a la gente cuando salían de la mezquita”
“Disparaban a la gente cuando salían de la mezquita”, dijo a Reuters un residente local cuyos familiares estaban en el lugar. “También disparaban contra las ambulancias”. Las ambulancias acudieron rápidamente al lugar de los hechos, para trasladar a los heridos a los hospitales cercanos; mientras que las fuerzas de seguridad egipcias persiguen a los atacantes.
Según el diario oficial egipcio Al Ahram, la mezquita Al Rauda, situada en el pueblo homónimo, pertenece a la comunidad sufí. Intransigentes como el Estado Islámico consideraban apóstatas a los miembros de esta rama del islam porque reverenciaban a los santos y tienen santuarios, lo que para los islamistas equivale a idolatría. Hasta el momento, ningún grupo extremista ha reivindicado este atentado.
El presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi prometió en la televisión estatal una venganza con una “fuerza brutal” por parte del Ejército y la Policía, tras una reunión de seguridad de emergencia celebrada poco después del ataque. El gobierno decretó tres días de duelo tras el ataque, según la televisión estatal.
El presidente egipcio, Abdul Fatah al Sisi, prometió este viernes que el Ejército y la Policía “se vengarán” por las víctimas del peor ataque terrorista perpetrado en la historia reciente de Egipto, que ha dejado al menos 235 muertos y 109 heridos.
No es el primer ataque que sufre la ciudad a manos de los extremistas. En febrero, los cristianos de Al-Arich huyeron en masa después de una serie de ataques violentos contra su comunidad. Los yihadistas también decapitaron a un jefe sufí el año pasado, acusándolo de practicar magia y secuestrar a varios seguidores del sufismo, liberados después de “arrepentirse”.
Las fuerzas de seguridad egipcias luchan contra la insurgencia de la rama egipcia del Estado Islámico en el norte del Sinaí, llamada Wilayat Sina, donde los militantes han matado a cientos de policías y soldados desde que se intensificaron los combates en los últimos tres años.
Los militantes han atacado principalmente a las fuerzas de seguridad en sus ataques, pero también han tratado de expandirse más allá de la península golpeando a iglesias y peregrinos cristianos egipcios.
Debido a la violencia, la región está vigente desde 2014 un estado de emergencia, que se extendió a todo el país abril, después de vivir una serie de atentados contra los cristianos en el delta del Nilo coptos desde diciembre.