• Ashraf Gani propone reconocerles como grupo político

  • Los talibanes podría incorporarse la vida política del país

  • Gani hace el ofrecimiento dentro del llamado “proceso de Kabul”

El presidente de AfganistánAshraf Gani, ha ofrecido a los talibanes una negociaciones de paz sin condiciones previas y su reconocimiento como formación política para poner fin a más de 16 años de conflicto.

Gani ha asegurado en la apertura de la segunda ronda de Proceso de Kabul, un mecanismo con acompañamiento internacional que busca impulsar un plan de paz en Afganistán, que el Gobierno afgano está dispuesto a dar a los talibanes una oficina, expedir pasaportes y seguir el proceso legal para eliminar las sanciones en su contra.

El presidente afgano ha asegurado que el Gobierno busca una paz “real y duradera” con los talibanes, por lo que su oferta es de unas conversaciones “sin precondiciones ni restricciones”.

Proceso de paz en tres fases

“En nombre del Gobierno de Unidad Nacional propongo un plan de paz a los talibanes en el que estén asegurados los intereses supremos del país y los derechos y participación de todos los ciudadanos”, ha declarado el presidente afgano, según informa Efe.

El proceso de paz propuesto se desarrollaría en tres fases que requerirían, según Gani, crear un “marco político, aplicar un alto el fuego” y “los talibanes deberán ser reconocidos oficialmente como partido político”.

También se tomarían medidas para la liberación de prisioneros, para que los talibanes pudieran acceder a los medios de comunicación y para la “reubicación de sus familias”. “Se deben tomar medidas para ganar confianza, preparar el camino para elecciones libres y justas”, ha dicho Gani.

El gubernamental Alto Consejo para la Paz formaría una delegación para estas conversaciones con representación de mujeres y de la sociedad civil.

El presidente se ha mostrado además abierto a enmendar la constitución “si fuera necesario”, aunque la carta magna es la ley a seguir, que se deben preservar los derechos de las mujeres y que no se aceptará ningún grupo vinculado con intereses extranjeros.

El llamado “proceso de Kabul” comenzó en junio del año pasado como una iniciativa del Gobierno para llamar a los grupos insurgentes que operan en Afganistán a la mesa de negociación con el acompañamiento de 25 países y organizaciones internacionales, incluidas la ONU y la OTAN.

Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final en 2015 de la misión de combate de la OTAN. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el pasado agosto su estrategia para el país, que incluía el aumento de tropas. Los talibanes, por su parte, han ofrecido a EE.UU. un “diálogo directo” y han mantenido contactos con el gobierno afgano en Turquía, que no han fructificado.

En el país opera también una rama del Estado Islámico, que no cuenta con el apoyo de los talibanes.