El diputado socialista Jaime Naranjo realizó este lunes un extenso discurso de poco más de 15 horas en el Congreso chileno. La maratónica alocución tenía un objetivo muy claro: permitir que su colega Giorgio Jackson pudiera emitir su voto en la acusación constitucional contra el Presidente del país trasandino, Sebastián Piñera. Finalmente, cumplió su cometido.
Jakson, contacto estrecho de Gabriel Boric, diputado y candidato presidencial que fue diagnosticado con Covid, finalizó su cuarentena preventiva a la hora 0 de este martes. Por lo tanto, beneficiado por la insólita lectura de más de mil páginas que llevó a cabo Naranjo, cumplió con esa medida y pudo viajar desde Santiago de Chile, donde reside, hasta Valparaíso, donde tiene sede el parlamento.
La sesión comenzó a las 10 de este lunes y Naranjo tomó la palabra inmediatamente después de la exposición de Jorge Gálvez, abogado de Piñera en un caso revelado en los Papeles de Pandora, donde está acusado por la polémica venta de una minera en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas.
“Tengo un discurso de 1.300 hojas. Hablaré todo el tiempo que sea necesario“, advirtió Naranjo, encargado de presentar la acusación en el pleno, antes de comenzar. En medio de su dilatada intervención, comió pasas, bebió pequeños sorbos de agua y fue sometido a un control médico. También contó con dos pausas, una de 15 minutos y otra de 20.
Jaime Naranjo, durante su intervención en la sesión que revisa la Acusación Constitucional en contra del Presidente Sebastián Piñera. Foto EFE
Todo con el fin de alcanzar los 78 votos necesarios para aprobar el libelo. Un objetivo que pareció trastabillar en horas de la tarde cuando el diputado Jorge Sabag (DC) puso en duda su presencia por presentar síntomas compatibles con Covid-19. Después de que supuestamente se realizara un examen de urgencia en Chillán, el funcionario pudo estar en Valparaíso y llevar tranquilidad al arco opositor.
“Después de esta larga exposición que he realizado para garantizar que tengamos los votos para aprobar la acusación constitucional, quiero que quede de testimonio que este Parlamento es capaz de poner fin a los abusos”, manifestó Naranjo al finalizar su participación, en momentos en que Jackson ingresaba al Congreso.
El diputado frenteamplista, quien tuvo una cálida bienvenida en el recinto, le dedicó un especial saludo a Naranjo por lo que muchos consideraron como un “sacrificio”. Tras las últimas palabras del titánico discurso, hubo una ovación.
Jaime Naranjo, practica estiramientos durante uno de los recesos. Foto Rodrigo Garrido/Reuters
“Con lo que hemos vivido hoy y la manera en la cual fue preparada la acusación, improvisada para efectos de situar su discusión a pocos días de una elección, cómo no entender que la política es una actividad que tiene mala fama”, retrucó la defensa de Piñera.
Si el juicio es admitido, pasará al Senado, donde la oposición necesitaría el apoyo de 29 de los 43 senadores para destituir al mandatario. Sólo tiene 24 votos y se estima que no conseguirá los cinco que le faltan.
Operación polémica
Según la investigación de los medios chilenos CIPER y LaBot, incluidos en los Papeles de Pandora, los hijos de Piñera vendieron la minera Dominga al empresario Carlos Alberto Delano, íntimo amigo del presidente, por 152 millones de dólares. La operación, que tuvo lugar durante el primer gobierno de Piñera (2010-2014), se realizó en su mayoría en Islas Vírgenes.
El pago se tenía que hacer en tres cuotas. Una polémica cláusula supeditaba el último pago a “que no se estableciese un área de protección ambiental sobre la zona de operaciones de la minera, como reclamaban grupos ambientalistas”.
Una vez que Piñera asumió el poder, esa área, que abarca un verdadero tesoro natural a orillas del Pacífico, no fue considerada como zona de protección recomendada por su antecesora Michelle Bachelet (2006-2010).
Piñera está acusado por la polémica venta de una minera en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas. Foto Esteban Felix/AP
Esta es la segunda ocasión en que se plantea enjuiciar políticamente a Piñera durante su actual mandato. La primera fue a fines de 2019, cuando fue responsabilizado de las violaciones a los derechos humanos durante la represión de un violento estallido social.
Piñera esgrimió que la acusación no cumplía los requisitos constitucionales pertinentes, lo que fue acogido por la mayoría de los diputados.