Por Víctor Garrido Peralta
Con enorme congoja terminamos de digerir su disertación de ayer, presidente Medina. Al meditar sobre la intranquilidad que para la colectividad ciudadana representa el período excepcional de 15 días que ha declarado, sentimos la necesidad de expresar nuestra indignación.
A los ciudadanos desprotegidos, usted no les manifestó medidas específicas para mitigar la imposibilidad productiva a la que son forzados, solo se limitó a expresar unas cortas frases como una salida rápida. Sin embargo, fue bastante preciso y extenso en cuanto a los beneficios que al capital nacional otorga, dejando en evidencia, una vez más, la calidad de ser humano que es y a quién verdaderamente representa desde la primera magistratura de la nación.
Es imperativo que sean cubiertas las necesidades básicas de TODOS los ciudadanos, presidente Medina.
En lo que a las disposiciones del sector salud se refiere, las entendemos acertadas aunque tardías. Ya para el 26 de febrero, 2020, preocupado con la indiferencia del desgobierno actual ante esta pandemia, escribimos un artículo donde informábamos de la enfermedad y asegurábamos que llegaría a nuestro territorio por vía turística.
Pensamos que en su discurso se escaparon algunos detalles en cuanto a las medidas de contención del COVID-19, los que han de ser considerados cuanto antes.
Entre ellos:
1. Control de venta de mascarillas: 3 por semana por ciudadano.
2. Uso obligatorio de mascarillas a los empleados que permanecerán en sus puestos de trabajo.
3. Llamar a la ciudadanía a usar mascarillas en los transportes y lugares públicos, aún sin presentar síntomas.
4. Toma de temperatura a cada visitante como medida preventiva antes de ingresar en lugares concurridos de la ciudad, tales como oficinas, fábricas, hospitales, edificios de apartamentos, restaurantes, bibliotecas, etc.
5. Los lugares antes citados deben disponer de dispensadores de antiséptico y se debe exigir al visitante su utilización antes de entrar a la edificación.
6. Incluir los Estados Unidos en la suspensión de vuelos.
7. HACER LA PRUEBA DEL COVID-19 a toda persona con síntomas o que haya visitado los países citados en su alocución. Entre otras omisiones.
Clamamos al tercer cielo para que el versículo que cito, termine sirviendo como el testimonio anhelado desde el mismo Palacio Nacional.
Dios bendiga la República Dominicana.
Sin prisa pero sin pausa….Llegaremos.