NUEVA YORK. Catedráticos de diferentes universidades de Estados Unidos calificaron de “acoso mediático” el manejo dado en algunos medios y en las redes sociales a las acusaciones contra su colega y autor dominicano Junot Diaz.
Los profesores publicaron una carta en la página The Chronicle of Higher Education, en la que reclaman que los críticos a Junot, Díaz, autor ganador del premio Pulitzer, no deben seguir adelantándose a las investigaciones, por lo que recomiendan esperar el desenlace de las pesquisas que se llevan a cabo.
Sugirieron que los llamados para un boicot los libros de Díaz y su retirada de la organización “Voces de las Artes de Nuestras Naciones” se han hecho apresuradamente.
Aunque no descartan las acusaciones de las mujeres, los profesores de Harvard, Yale, Stanford, New York University y otras instituciones dicen que están molestos por el registro sensacionalista con el que los medios y algunos usuarios de las redes sociales han retratado las acusaciones de mala conducta contra el autor latino.
“Escribimos con profunda preocupación sobre las formas en que la prensa y los medios sociales han convertido los tweets realizados contra Junot Díaz en temas de actualidad y titulares en los principales periódicos tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. La recepción y repetición (a veces no crítica) de los cargos ha creado lo que equivale a una campaña de acoso de los medios de comunicación en toda regla”, dice la misiva.
Los catedráticos, que dicen estar interesados en la justicia más allá del espectáculo del castigo que ofrece la prensa y la “vergüenza pública dirigida por internet” incluyen a Aisha Beliso de Jesús, de Harvard Divinity School; Cristina Beltrán, de New York University (NYU), y Elena Creed, de Wellesley College.
También firmaron la misiva publicada, sugiriendo que se espere que concluyan las investigaciones, Lorgia García Peña, de Harvard; Linda Martín Alcoff, de Hunter College; Paula Moya, de Stanford de Oberlin; Gina Pérez y la profesora de Cornell Helena María Viramontes, entre otros.
Se recuerda que la novelista Zinzi Clemmons fue la primera en acusar a Díaz de haberse comportado de forma inapropiada, al arrinconarla y besarla por la fuerza hace varios años.
La acusación se produjo semanas después de que el periódico The New Yorker publicara un ensayo de Díaz que detalla los abusos sexuales que sufrió cuando niño.
Otras escritoras, incluidas Carmen María Machado, Mónica Byrne y Alisa Valdés, se adelantaron para decir que también fueron intimidadas verbalmente o maltratadas por Díaz.
“La caracterización resultante de Díaz como un depredador sexual agresivo y peligroso del que todas las mujeres deben ser protegidas, refuerza los estereotipos racistas que consideran que los negros y latinos tienen una naturaleza sexual animalística”, dicen en la carta los catedráticos.
En una declaración a The New York Times, Díaz, reconoció el comportamiento problemático, diciendo que asume la responsabilidad de su pasado.
“Esa es la razón por la que tomé la decisión de decir la verdad de mi violación y sus consecuencias dañinas. Esta conversación es importante y debe continuar. Estoy escuchando y aprendiendo de historias de mujeres en este movimiento cultural esencial y atrasado. Debemos continuar enseñando a todos los hombres sobre el consentimiento y los límites”, añadía Junot.