-
La Fiscalía de Stuttgart ordenó su encarcelamiento por riesgo de fuga
-
Se investigan delitos de fraude y publicidad engañosa en relación a ese caso
-
El fiscal también ha ordenado varios registros en sedes de la firma de lujo
El responsable de Desarrollo de Motores de Porsche, Jörg Kerner, se encuentra en prisión preventiva tras ser detenido dentro de la investigación que la Fiscalía de Stuttgart está realizando por la supuesta implicación de la firma alemana en la manipulación de las emisiones de los motores diésel que salió a la luz en septiembre de 2015.
Según informa la publicación alemana Bild am Sonntag, el fiscal alemán cree que jugó un papel “clave” en el caso del software instalado en vehículos diésel del grupo Volkswagen que reducía las emisiones de óxidos de nitrógeno reales cuando el automóvil era sometido a pruebas de laboratorio.
El Ministerio Público también ordenó el pasado miércoles el registro de diez instalaciones de Porsche en los länder de Baden-Wurtemberg y Baviera, en el sur de Alemania, y ha explicado que también figuran como imputados en la causa un miembro del consejo de administración y un exempleado de la empresa.
Riesgo de fuga
El presidente de Porsche, Oliver Blume, ha informado este viernes a los trabajadores de la compañía de esa detención -producida el jueves- y de las investigaciones que sigue la Fiscalía. En su mensaje, Blume explica que las autoridades justificaron la detención provisional alegando riesgo de fuga.
La Fiscalía considera que los tres imputados y Porsche tenían conocimiento de que en los motores había dispositivos prohibidos, que permitía reducir las emisiones cunado se realizaran pruebas de taller.
“Nosotros rechazamos esa imputación y haremos todo para aclarar los hechos”, se ha defendido Blume.
La Fiscalía de Stuttgart investiga los delitos de fraude y publicidad engañosa en relación a esa manipulación de emisiones en la marca de lujo, controlada por Volkswagen desde 2011.
Además, dentro de las últimas acciones ordenadas por el fiscal, también han sido inspeccionadas las oficinas de Audi en Ingolstadt y Neckarsulm, ya que está marca proporciona parte de los motores a Porsche.
El año pasado, la sede de la firma de los cuatro aros ya fue investigada por la Fiscalía de Múnich en busca de información sobre el uso del software que alteraba las emisiones de los vehículos durante los test en laboratorio.