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El primer vicepresidente es el único candidato propuesto para el cargo
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La Asamblea Nacional vota este miércoles, aunque el resultado se sabrá el jueves
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Castro dejará la presidencia, aunque mantendrá el control del Partido Comunista
El hasta ahora primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha sido el único candidato propuesto este miércoles ante el nuevo Parlamento cubano para presidir el Consejo de Estado, por lo que, tal como estaba previsto, sucederá a Raúl Castro al frente del país, si bien el resultado de la votación de la cámara no se hará público hasta este jueves.
Díaz-Canel, de 57 años, encabeza la propuesta de la Comisión de Candidaturas Nacional para la conformación del máximo órgano de gobierno del país, el Consejo de Estado, que debe ser votada por la recién constituida Asamblea Nacional del Poder Popular. Todo indica, en cualquier caso, que recibirá el respaldo de la cámara y culminará una sucesión histórica: por primera vez en seis décadas, el líder de Cuba será un civil que no llevará el apellido Castro.
La sesión parlamentaria, en la que se va a renovar toda la cúpula dirigente de la isla, ha arrancado este miércoles a primera hora de la mañana en el Palacio de Convenciones de La Habana, donde Raúl Castro, que deja el cargo de presidente del Consejo de Estado y la jefatura del Gobierno tras una década al frente del país, ha sido recibido con una cerrada ovación por parte de los diputados.
Castro, quien se mantendrá como primer secretario del Partido Comunista hasta el congreso que celebrará el partido -el único legal en la isla-, en 2021, ha llegado a la sesión junto al propio Díaz-Canel, señalado desde hace tiempo como el principal candidato a sucederle. Tras la lectura de la propuesta con las candidaturas al Consejo de Estado, los 605 diputados han dedicado al que hasta ahora era el número dos del Gobierno cubano un prolongado aplauso.
Solo un histórico en el Consejo de Estado
Como primer vicepresidente del Consejo de Estado, se propone al veterano dirigente Salvador Valdés Mesa, de casi 73 años, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y que hasta ahora ocupaba una de las cinco vicepresidencias del organismo.
De ser ratificado, será la primera vez que Cuba tenga un primer vicepresidente negro, y Valdés será el hombre de esa raza que ha alcanzado un puesto de mayor rango político en el país caribeño.
En las cinco vicepresidencias del Consejo de Estado, dos de los cinco candidatos propuestos repetirían en el cargo: Ramiro Valdés, un histórico de la Revolución Cubana, y Gladys Bejerano, a los que se suman Roberto Morales, Inés María Chapman y Beatriz Johnson Urrutia.
Es la primera vez que ni Raúl Castro ni el número dos del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, otro miembro de la generación histórica, están en el máximo órgano de Gobierno de Cuba, en el que el único “histórico” que permanece, contra todo pronóstico, es el comandante Ramiro Valdés, de 85 años.
Continuismo
Como secretario ha sido nominado a la reelección Homero Acosta, también miembro del Comité Central del Partido Comunista. En cuanto a los 23 miembros restantes, 13 son caras nuevas y 10 se mantienen, entre ellos influyentes mandos militares como Leopoldo Cintra Frías, ministro de las Fuerzas Armadas, o del mundo de la cultura, como Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
También repiten también el hasta haora titular de Exteriores, Bruno Rodríguez; la joven dirigente Susely Morfa; y el líder de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte, todos de generaciones más jóvenes y aupados a puestos de relevancia durante la década de mandato de Raúl Castro.
La tónica continuista se aprecia también en la elección de los miembros de la mesa del Parlamento; así, Esteban Lazo, el político de raza negra que más alto había llegado hasta ahora en las estructuras de poder de Cuba, ha sido reelegido por unanimidad para un segundo mandato como presidente de la Asamblea Nacional.
Además, Ana María Mari Machado, de 54 años, y Miriam Brito, de 57, también repiten como vicepresidenta y secretaria de la cámara, que mantiene así la misma mesa de la legislatura anterior.