Científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) han encontrado una manera de “imprimir” tubos de agua estrechos dentro del aceite de silicio de estado líquido. Debido a un recubrimiento especial a nanoescala, las estructuras de agua sobreviven sin romperse en gotitas incluso cuando el fluido encapsulante cambia de forma. Esta nueva forma de impresión 3D podría dar lugar a una electrónica líquida flexible y elástica, ayudar a la síntesis química, o servir como un sistema de transporte y entrega de partículas a nanoescala.
El equipo de investigadores liderado por Tom Russell modificó una impresora 3D estándar para inyectar estrechas corrientes de agua directamente en un pequeño contenedor lleno de aceite de silicio. Las corrientes de agua no se descomponen en gotas gracias a un agente tensioactivo especial a nanoescala, una sustancia que reduce la tensión superficial, que separa el agua del líquido circundante.
El surfactante, un “superpaquete de nanopartículas”, simultáneamente dispersa las nanopartículas de oro en el agua y los polímeros de enlace en el aceite. Después de que se inyecta el agua, los polímeros se adhieren a moléculas de agua individuales, formando un jabón, vitrificando y bloqueando las estructuras de agua en su lugar incluso cuando el aceite circundante cambia de forma.