El Salvador -aunque es pequeño- siempre ha llamado la atención. Desde el siglo XX, su nombre ha estado ligado a golpes militares; a la guerra civil; a masacres y a graves violaciones de derechos humanos; a la violencia delincuencial de las maras y, recientemente, a los cambios que ha traído el Gobierno de Nayib Bukele y su partido “Nuevas Ideas”.
El presidente milenial lleva ya varios hitos con los que se ha desligado de sus predecesores: ingresó con soldados fuertemente armados al Congreso para presionar por un préstamo; instauró el Bitcoin como moneda de curso legal; estableció un régimen de excepción con el que redujo los históricos niveles de homicidios y, de paso, encarceló a miles de personas acusadas de pertenecer a las pandillas (muchas de las cuales han muerto en custodia estatal); además, y con los votos de sus aliados, cambió la división político-administrativa del país.
Las “Nuevas Ideas” y sus novedades
El 1 de junio de 2023, Bukele anunció ante la Asamblea Legislativa que enviaría una propuesta al Órgano Legislativo para reducir la cantidad de municipios. Doce días después, el Parlamento de mayoría oficialista aprobaba la Ley Especial para la Reestructuración Municipal con la que los 262 municipios con los que contaba “pasan a ser distritos y quedarán agrupados por regiones en cada uno de los 14 departamentos, basado en los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste”, según dijo el Congreso.
La Asamblea Legislativa aseguró que “con la aprobación de la normativa, los diputados han hecho historia pues, desde hace 84 años, no se aplicaba una división territorial en El Salvador”. La entidad argumenta que, con este cambio, “se reducirá la burocracia, habrá un ahorro de gastos para el Estado, se mejorará la atención a los ciudadanos y se fomentará la transparencia y la rendición de cuentas”.
Ante esto, Bukele celebró el “voto democrático y abrumador de la Asamblea Legislativa” e informó en redes sociales que ya había sancionado la ley.
¿Hay “gerrymandering” en El Salvador?
“El problema no es que se redistribuyan los municipios. El problema es que se hace a unos meses de la elección, sin participación ciudadana y sin intensiones de fortalecer la democracia”, declaró a DW Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana. “Lo que provoca este cambio es concentrar poder en el partido oficial, disminuir el ejercicio del sufragio de la gente -porque ya no elegirá a todos sus funcionarios municipales- y alejará al gobierno municipal de la población. En resumen, darán más poder al presidente en los territorios”, agregó.
“En 2024 hay elecciones generales y están cambiando las reglas siete meses antes de la elección. ¿Por qué el cambio? Para asegurarse la victoria electoral por medio de la reestructuración de las circunscripciones municipales”, añadió Escobar.
“La realidad es que va a generar mayor centralización y control por una fuerza política. Esta estrategia, de modificar estas fronteras políticas, responde a ‘gerrymandering‘ y se hace precisamente para ganar control sobre ciertos territorios”, concuerda Luis Villatoro Villaherrera, presidente de la Asociación Transparencia, Contraloría Social y Datos abiertos (TRACODA).
“El impacto es grave ya que las consecuencias van más allá de modificaciones territoriales. Incluye el cambio de fórmula sobre la elección de legisladores y esto se traduce en menor representatividad de partidos, dejando una sola voz que no necesariamente se traduce en la voz del pueblo”, explicó a DW Villatoro Villaherrera, quien augura que “esto puede tener un impacto gigantesco en términos de gobernabilidad y aunar en la falta de acceso a la transparencia”.
“La experiencia internacional muestra que la ruta para el desarrollo local es la descentralización y autonomía municipal. Eso no excluye que se revise la división administrativa, pero en una amplia consulta social. Acá vamos en sentido contrario a la experiencia internacional”, analizó Escobar.
Villatoro Villaherrera dice no recordar a “ningún país en Latinoamérica que haya hecho una reducción del 80 % en sus divisiones municipales. Nunca había visto una modificación tan grande como la que se está dando aquí”.
Mientras tanto, congresistas de “Nuevas Ideas” y el mismo presidente se congratulan en redes sociales por “hacer historia” en El Salvador.