La policía británica confirmó este miércoles que el exespía Sergei Skripal y su hija fueron envenenados de forma “intencionada”, tal y como se sospechaba el pasado domingo, y que la sustancia que les provocó una enfermedad que los ha dejado en estado grave es un agente, sin especificar la naturaleza exacta.
Skripal, ex coronel de 66 años en el servicio de inteligencia militar GRU de Rusia, y su hija de 33 años, Yulia, fueron encontrados inconscientes en un banco frente a un centro comercial en la ciudad inglesa sureña de Salisbury. La policía dijo que estuvieron expuestos a una sustancia desconocida. Más de dos días después de la intoxicación, ambos están gravemente enfermos en cuidados intensivos.
Cientos de agentes se encuentran trabajando para esclarecer lo sucedido
Además, la policía apuntó que no existe riesgo para la seguridad nacional. No obstante, investigadores británicos informaron hoy a un comité de respuesta a emergencias formado por ministros de alto rango sobre la misteriosa enfermedad que afectó al ex agente doble ruso.
Aparte de los dos afectados, la Policía confirmó ayer martes que un miembro de los servicios de emergencia del condado de Wiltshire está hospitalizado, después de haber atendido a los dos el domingo.
El responsable de la unidad antiterrorista, encargada de la investigación del caso debido a las “inusuales circunstancias” que lo rodean, instó a cualquiera que visitara la localidad inglesa o los alrededores el pasado domingo a ponerse en contacto con ellos, para aportar cualquier tipo de información que pudiera ser de utilidad para las pesquisas.
Ayer los medios británicos se hacían eco de unas imágenes captadas de una cámara de seguridad a la que tuvo acceso el diario británico The Telegraph que podrían mostrar al exespía ruso Sergei Skripal minutos antes de que cayera inconsciente.
Skripal, que era coronel, trabajó para el espionaje militar ruso antes de ser condenado en 2006 a 13 años de prisión por actividades de espionaje para los servicios secretos británicos MI6. Sin embargo, en 2010 fue puesto en libertad en un intercambio de espías rusos expulsados de Estados Unidos, canje que tuvo lugar en una pista del aeropuerto de Viena, en lo que en su día fue uno de los más notorios desde la época de la Guerra Fría.
El agente doble, que ahora se debate entre la vida y la muerte, llevaba una vida aparentemente tranquila en Salisbury. Sus vecinos se refieren al hombre como un tipo “tranquilo” y “amigable”.
La unidad antiterrorista se ha hecho cargo de la investigación del caso debido a las “inusuales circunstancias” que lo rodean
Sin embargo, en el pasado fue acusado de alta traición por trabajar para la inteligencia británica, en particular de haber revelado los nombres de varias docenas de agentes rusos que trabajaban en Europa. En 2004, Skripal fue detenido en Moscú y admitió haber sido reclutado por los servicios de inteligencia británicos en 1995 y haber proporcionado información sobre agentes del GRU que colaboraban en distintos puntos de Europa, por lo que recibió 100.000 dólares (81.000 euros).