EFE, AFP y Reuters
MOSCÚ. El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió de que la adhesión de Ucrania a la OTAN llevaría a un conflicto armado entre Rusia y la Alianza Atlántica por el control de la península de Crimea.
“Imaginemos que Ucrania, como país de la OTAN, inicia esa operación militar (por el control de Crimea). ¿Qué hacemos? ¿Combatimos con la OTAN? ¿Acaso alguien ha pensado en eso? Parece que no”, dijo Putin durante la rueda de prensa conjunta en el Kremlin con el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán.
Putin señaló que en la doctrina militar de Ucrania figura la “recuperación de Crimea, incluso por la vía militar”.
En este sentido, sugirió la posibilidad de que Kiev lance una operación militar contra la península, anexionada por Rusia en 2014, una vez la OTAN despliegue en su territorio armamento ofensivo moderno como ha hecho ya en Polonia y Rumanía.
Putin recordó que el Kremlin considera “cerrado” el asunto de Crimea, porque es parte de su “territorio soberano”.
El mandatario ruso dejó la puerta abierta para el diálogo, pero aseguró que este debe tener en cuenta las preocupaciones rusas sobre la seguridad en Europa que Moscú planteó a EU y la OTAN.
Putin destacó que occidente ha ignorado por ahora las principales “preocupaciones” rusas en materia de seguridad.
Putin habló públicamente por primera vez sobre la crisis, tras una conversación telefónica entre los jefes de las diplomacias rusa y estadounidense, que señalaron su profundo desacuerdo sobre el tema, pero dijeron querer continuar el diálogo.
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REFUERZO DE TROPAS
Por su parte, el presidente Volodymyr Zelenskiy firmó un decreto para aumentar las fuerzas armadas ucranianas en 100 mil efectivos durante tres años y elevar el salario de los soldados, mientras líderes europeos se alineaban para respaldarle en su disputa con Rusia.
Zelenskiy pidió a los legisladores que mantuvieran la calma y evitaran el pánico, diciendo que ordenó el aumento “no porque vayamos a tener pronto una guerra (…) sino para que pronto y en el futuro haya paz en Ucrania”.
Las fuerzas armadas ucranianas cuentan actualmente con unos 250 mil efectivos, frente a los 900 mil de Rusia. Ucrania dijo que estaba trabajando con Polonia y Gran Bretaña para reforzar la cooperación “en el contexto de la agresión rusa”.
En una visita a Kiev, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki dijo que Varsovia ayudaría a Ucrania con suministros de gas y armas, así como con ayuda humanitaria y económica.
El primer ministro británico, Boris Johnson, quien llegó a Kiev para reunirse con Zelenskiy de última hora y dar su espaldarazo, consideró “vital” que Rusia dé un “paso atrás” y elija el camino de la diplomacia”, advirtiendo que existe un “peligro claro” e “inminente” de una