Una tormenta invernal azota el este de los Estados Unidos, dejando miles de hogares sin luz, y muchos vuelos cancelados.
En la costa de Nueva Inglaterra, la tormenta trajo consigo lluvias y grandes olas marinas que han roto algunos diques y han inundado parcialmente la costa en la ciudad de Hull, Massachusetts.
Según el sitio web PowerOutage.us, unos 215.000 clientes estadounidenses se quedaron sin electricidad, mientras que casi 1.600 vuelos dentro, hacia o desde Estados Unidos fueron cancelados este lunes, según el sitio web de seguimiento de vuelos FlightAware.
La tormenta, que afectó el sur del país durante el fin de semana, ha ido avanzando intensamente por el noreste, y seguirá hasta adentrarse al sureste de Canadá el martes, según el pronóstico del Servicio Meteorológico. De hecho, algunas zonas de las provincias canadienses de Quebec y Ontario, seguían bajo aviso de tormenta invernal o ventisca.
La tormenta obligó a cerrar muchos centros de vacunación y pruebas de COVID-19 en el noreste.
Carreteras heladas
Este mal tiempo también ha resultado en peligrosas carreteras heladas en Carolina del Norte, que complicaron los desplazamientos en algunos lugares. Las autoridades estadounidenses desaconsejaron la conducción y muchos estados dispusieron equipos para hacer frente a la emergencia, especialmente en el sur, donde la nieve es mucho menos habitual.
Los conductores fueron advertidos de las peligrosas condiciones de las carreteras y de los grandes dolores de cabeza para viajar desde el estado sureño de Arkansas hasta Quebec, en Canadá.
El Ministerio de Transporte de Quebec publicó un tweet el lunes por la mañana en el que decía: “Estamos viendo que muchos coches tienen que parar para deshelar sus parabrisas”.
“Las fuertes precipitaciones y las ráfagas permiten la formación de hielo, a pesar de los limpiaparabrisas, ¡más razón para quedarse en casa!“.
El noreste de Estados Unidos ya experimentó el caos de la nieve a principios de este mes. Cuando una tormenta cubrió el noreste, cientos de automovilistas se quedaron atascados durante más de 24 horas en la I-95, una importante autopista que comunica con la capital, Washington.