Cocaína en los lavabos del Parlamento británico, epicentro de un nuevo escándalo. El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, informará a la policía del hallazgo de trazas en varios de los baños. En concreto, revela The Sunday Times, en once de los doce analizados.
“Las informaciones sobre consumo ilícito de drogas en el Parlamento (…) son profundamente preocupantes y las elevaré con urgencia a la Policía Metropolitana esta semana”, ha asegurado Hoyle a la BBC.
Hoyle ha avanzado que contempla la posibilidad de utilizar perros adiestrados para detectar sustancias ilegales dentro de la institución.
Los lugares donde se han encontrado rastros de cocaína están repartidos por todo el edificio, e incluyen los baños mixtos en una de las zonas de prensa, así como lavabos de hombres y mujeres cercanos al despacho del primer ministro, Boris Johnson, y el asiento del propio presidente de los Comunes.
The Sunday Times asegura que “muchas fuentes han descrito consumo ocasional de cocaína por parte de un grupo de diputados”, e indica que dos “vendedores” de droga fueron arrestados y otras 13 personas detenidas por poseer sustancias ilícitas “dentro o en el entorno del recinto parlamentario” en el último año.
“Existe una cultura de la cocaína en el Parlamento”, afirma un “veterano de Westminster” al citado medio, que asegura que “algunos son nombres familiares de la casa, otros son jóvenes y ambiciosos diputados y funcionarios”.
Plan Johnson contra las drogas
Esta revelación se produce horas antes de que el Gobierno anuncie un plan para luchar contra el consumo de drogas ilegales entre la población. De hecho, proporcionará rehabilitación a los adictos al crack y la heroína para evitar posibles delitos y reforzará la persecución de las redes de menudeo de drogas, que implican muchas veces a menores, en su nueva estrategia antidrogas a diez años.
En una visita a la sede de la policía de Merseyside (norte del país), el primer ministro explicó que la operación contra 2.000 bandas de distribución callejera, valorada en 300 millones de libras (352 millones de euros), irá acompañada por “la mayor inversión jamás hecha en tratamiento” para adictos.
Según el Ministerio británico del Interior, hay unos 300.000 adictos al crack y la heroína en Inglaterra que son “responsables de casi la mitad de delitos como robos y hurtos”, mientras que las drogas están detrás de casi la mitad de todos los homicidios cometidos en el país.
Los datos de Interior apuntan a que el coste de esta lacra para el país se cifra en 20.000 millones de libras (23.500 millones de euros) al año.