El Tribunal General de la Unión Europea ha dictaminado este miércoles que mantiene en vigor la decisión de la Comisión Europea de 2017 de multar a Google con 2.420 millones de euros (unos 2.800 millones de dólares) por “abusar de su posición dominante en el mercado de los servicios de búsqueda general en línea en 13 países del espacio económico europeo”.
Asimismo, el segundo tribunal más importante de la región coincide con la estimación previa de que Google favoreció a “su propio servicio de comparación de compras, un servicio de búsqueda especializado, frente a los servicios de comparación de precios de los competidores”.
En aquel entonces, a Google le impusieron una multa de 2.424.495.000 euros, de los cuales 523.518.000 euros le corresponden a Alphabet, su empresa matriz, y ambas compañías apelaron la decisión. Sin embargo, como ahora el recurso interpuesto quedó desestimado, tendrán que pagar toda la suma.
El caso supone una gran victoria para la jefa antimonopolio de la Unión Europea, Margrethe Vestager. El Tribunal General de la UE reconoció “la naturaleza anticompetitiva de las prácticas en cuestión”, determinó que la Comisión Europea fue correcta en su estimación de los “efectos nocivos para la competencia”, descartó “cualquier justificación objetiva de la conducta de Google” y consideró que el gigante tecnológico “no ha demostrado ganancias de eficiencia vinculadas a esa práctica que contrarresten sus efectos negativos sobre la competencia”.