Estamos en la playa de El Zonte en El Salvador, en el epicentro del bitcóin. En esta comunidad costera ya se había generalizado el uso de la moneda virtual desde hace un par de años. Con la pandemia, se incrementó de forma notable para transacciones comerciales y para el pago de distintos servicios. Y ahora que el país va a ser el primero del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, hasta los más rezagados pasan al nuevo sistema.
“Es primera vez que invierto en bitcóin, he estado averiguando prácticamente desde que el presidente anunció la noticia del bitcóin y tomé la decisión de comprar bitcóin, lo que he ahorrado lo he invertido en bitcóin”, explica José Rafael Morales, un comerciante cambiando dólares por la criptomoneda.
Bukele busca reimpulsar la economía contraída por la pandemia
Con dólares y móvil en mano, cada vez son más los que aquí vienen desde que el presidente Nayib Bukele anunció sus planes de adoptar el bitcóin como moneda legal.
“Antes que el presidente diera la noticia recibíamos entre dos y cinco personas al día, desde que el presidente dio la noticia hemos recibido más de 25 personas en el día, haciendo transacciones y conociendo sobre bitcoines”, cuenta Jessica Véliz, cajera en un establecimiento de bitcoines.
Bukele busca reimpulsar la economía contraída por la pandemia. además de evitar intermediarios y la pérdida de millones de dólares. Hamer trabaja en la construcción y cobra su sueldo en bitcoines.
Un activo financiero de alto riesgo, que sustenta su valor en la especulación
“Es fácil adaptarse al bitcóin, yo en lo personal ya no me interesa el dólar, no ando dinero en mi cartera y me interesa si el bitcóin sube o baja en su valor”, dice Hamer Valenzuela, albañil.
El FMI considera sin embargo que el bitcóin es un activo financiero de alto riesgo, que sustenta su valor en la especulación y advierte de los desafíos regulatorios que esperan al país.