Huang Yulong jamás quiso un bebé. De niño, creció resentido con sus padres, que lo dejaron al cuidado de parientes mientras se iban a trabajar a fábricas remotas y lo visitaban apenas una vez al año. Jamás sintió que necesitaba reproducirse o perpetuar el apellido familiar.
Así que, a los 26 años, se hizo una vasectomía.
“Los niños no son una necesidad para nuestra generación”, dijo Huang, un hombre soltero en la sureña ciudad de Guangzhou. “Ahora podemos vivir sin cargas, así que ¿por qué no invertir nuestros recursos espirituales y económicos en nuestra propia vida?”.
Huang, de 27 años, aspira a un estilo de vida conocido como “Dos Ingresos, Sin Hijos”, o DINK, como se abrevia la frase en inglés. El acrónimo se ha conocido desde hace décadas, pero solo ha pasado a formar parte de la conciencia general en China recientemente, cuando los costos de vida crecientes y otras afecciones económicas han acusado que muchos jóvenes eviten la paternidad. La competencia por departamentos y escuelas se intensifica. Algunas parejas dicen que no quieren más que un hijo. Otras no quieren ninguno.
El estilo de vida también está en conflicto directo con el esfuerzo del gobierno chino para revertir una crisis demográfica que se avecina. El lunes, Pekín anunció otra vez que ajustaría su política de planeación familiar para permitir que las familias tengan tres hijos en lugar de dos. El anuncio debía animar a que las parejas tengan más bebés, pero hombres como Huang dicen que preferirían quedarse sin hijos, incluso si tienen que pasar por el bisturí para lograrlo.
Y las filas de este grupo parecen estar creciendo.
Actualmente en China, varias compañías de seguros hacen publicidad especial para los hogares de “Dos Ingresos, Sin Hijos”. Las agencias de citas anuncian sus servicios para solteros y solteras que no quieren tener hijos. Los agentes inmobiliarios ofrecen departamentos para parejas sin hijos. Las habitaciones que alguna vez se presentaban como cuartos infantiles para el futuro ahora son gimnasios caseros.
Aunque la decisión de Huang de someterse a una vasectomía puede parecer extrema, hace tiempo que los demógrafos advierten que la principal razón por la que la población del país va en declive es el aumento en la cantidad de personas chinas que eligen no tener hijos. Según el censo más reciente, el tamaño promedio de los hogares es ahora de 2,62 integrantes, una caída respecto del 3,1 de 2010. Huang, que gana 630 dólares al mes reparando celulares, dijo que gran parte de su decisión se debía tanto a la ausencia de sus padres como a la falta de oportunidades económicas. Sus padres eran obreros en la provincia sureña de Guangdong y rara vez lo visitaban en su natal Hunan. Nunca construyeron una relación con él, a pesar de ser su único hijo.
“Si me casara y tuviera un hijo seguiría siendo de la clase más baja”, dijo Huang, en referencia a su origen como hijo de obreros con dificultades. “Llegado el momento, podría también dejar a mi hijo en casa tal como hicieron mis padres. Pero no quiero eso”.
A los 14 años, Huang abandonó Hunan para irse a buscar trabajo en Guangdong. Luego se enamoró de una mujer que quería tener hijos y batalló con la idea de formar una familia. Al final terminó con ella, en junio de 2019, y fue a un hospital en Guangzhou para que le hicieran la vasectomía. Dijo que había sido un regalo de cumpleaños que se hizo a sí mismo.
The New York Times entrevistó a otros dos hombres que se habían sometido a vasectomías además de Huang. Ambos solicitaron que no se usara su nombre completo por motivos de privacidad, puesto que algunos familiares y amigos no estaban al tanto de la cirugía.
Elegir la esterilización voluntaria, en especial como joven soltero, sigue siendo tabú en la cultura de la sociedad patriarcal china. En muchas ciudades, los médicos exigen prueba del acta de matrimonio y el consentimiento de la pareja. (Antes del procedimiento, el doctor preguntó a Huang si estaba casado y tenía hijos. Él mintió y dijo que sí).
La mayoría de los chinos han escuchado sobre la esterilización en el contexto de la anterior política de planificación familiar del gobierno, cuando, en un periodo de rápida expansión económica, cada hogar estaba limitado a tener solo un hijo para frenar el crecimiento poblacional. Aunque con la regla del “hijo único” se esterilizaron forzosamente a más mujeres, a los hombres también se los llevaban para realizarles vasectomías.
El anuncio de la política de tres hijos esta semana fue el esfuerzo más reciente para revertir algunas de estas prácticas, pero algunos varones ahora buscan realizarse el procedimiento por voluntad propia. Parte del motivo, dicen, es que quieren compartir la carga de la contracepción con su pareja al perseguir el estilo de vida DINK.
Jiang, un entrenador personal de 29 años en la provincia en el sur de Fujian, dijo que intentó realizarse una vasectomía en unos seis hospitales y todos lo rechazaron. El motivo: no contaba con un “certificado de planificación familiar”, un documento oficial que indica el estado civil de las personas así como la cantidad de hijos que tienen.
“Se negaron a hacérmelo y dijeron ‘como no estás casado y no tienes hijos, estás oponiéndose abiertamente a la política de nacimientos del país’”, dijo Jiang, que está soltero.
En marzo, Jiang por fin encontró un hospital en la ciudad del Chengdu, al suroeste, dispuesto a realizar la cirugía. Publicó un relato detallado del procedimiento en un foro para DINKS en Baidu, una popular herramienta de búsqueda china. Dijo que quería ayudar a cambiar la mentalidad de la gente sobre la cirugía por el malentendido de que la vasectomía era lo mismo que la castración y que hacía que los hombres fueran afeminados.
“Te admiro”, escribió un usuario en el foro. “Solo un verdadero guerrero sometería su propio pene al cuchillo”.
“Es por mi propia felicidad futura”, respondió Jiang.
Durante décadas, los habitantes de china fueron condicionados a tener hijos por tradición, obligación filial y, en última instancia, como seguro para la jubilación. Pero una creciente red de seguridad social y el auge de planes de seguros han hecho que las personas tengan más alternativas.
China ahora tiene el mayor número de solteros en el mundo. En 2018, el país reportó que había 240 millones de personas sin casarse, alrededor del 17 por ciento de la población total del país. Aunque es un porcentaje menor que el de Estados Unidos, la cifra ha aumentado por cerca de un tercio desde 2010.
“La gente joven de hoy no es capaz de soportar las dificultades como la generación anterior”, comentó He Yafu, demógrafo independiente en la ciudad de Zhanjiang, al sur. “Muchos piensan que los hijos no solo no van a cuidarlos en la vejez, sino que serán dependientes de ellos. Es mejor ahorrar dinero e ingresar a un asilo para mayor seguridad, o comprar una póliza de seguros”.
Al discutir la nueva política de tres hijos, un vocero gubernamental comentó el lunes que, una persona china nacida en los años 90 solo quiere en promedio 1,66 hijos, una caída del diez por ciento respecto a sus pares nacidos en los años ochenta.
Según un estudio de 2018 publicado por la Revista de Estudios de la Mujer China, el costo económico directo de criar un hijo de los 0 a los 17 años es de alrededor de 30.000 dólares, siete veces el salario anual de un ciudadano chino promedio.
Ese tipo de cifras son las que a menudo se discuten en los foros DINK, que también se han convertido en lugares informales de citas en los que algunos de los hilos más populares son avisos de matrimonio.
“Anhelo un mundo de solo dos personas”, decía uno. “La verdad no me gustan los niños, incluso diría que los odio. ¡Sé lo difícil que es criarlos! ¡El esfuerzo no es proporcional a los beneficios!”.
Huang, un estudiante de posgrado en computación de 24 años en la ciudad de Wuxi, dijo que conoció a su futura pareja, una mujer de 28 años, en un foro DINK. “Le digo todo el rato sobre los elevados y atemorizantes que son los costos del parto para las mujeres”, dijo.
Luego de reconocer en línea a sus amigos universitarios que temía tener hijos, una persona le sugirió que se realizara una vasectomía. En noviembre pasado, Huang se sometió a la cirugía en la ciudad de Suzhou. Llamó a seis hospitales antes de encontrar un médico dispuesto a realizar el procedimiento, dijo.