“Ahora el virus del que hablamos… sabes que mucha gente piensa que desaparecerá en abril con el calor, cuando llegue el calor. Normalmente eso desaparecerá en abril.”
Este fue el momento en que la suerte de Donald Trump cambió. El virus no desapareció. En gran parte debido al pensamiento mágico del presidente y a la mala gestión de la crisis por parte de su administración, la pandemia se extendió por toda el país, matando a cientos de miles de personas…. y devastando la economía. Fue un doble golpe a las posibilidades de reelección de Trump.
Y a la respuesta inflexible del presidente a las protestas de Black Lives Matter, que complació a su base entre la clase trabajadora blanca, pero también reforzó el rechazo entre otros sectores sociales decisivos.
Los negros acudieron a votar en un número sin precedentes ayudando a inclinar los estados decisivos a favor e Joe Biden. Muchos querían que siguiera como presidente, pero muchos más querían que se fuera…una simple realidad matemática recibida con júbilo a lo largo del país cuando salió el resultado.
En su desesperación e incredulidad, Trump gritó trampa: “Esto es un fraude al pueblo. Es una vergüenza para nuestro país. Nos preparábamos para ganar estas elecciones, francamente ganamos estas elecciones.”
Y así comenzaron los desafíos legales bajo la batuta de su desafortunado abogado, Rudy Giulliani.SPONSORED CONTENTDelivering solar power to the most remote places on earthTotal Access To Energy Solutions (TATES) is at the forefront of the campaign to deliver solar power to some of the most remote places on earthAd by Total
Cuando el vicepresidente Pence resistió a la presión de Trump para no certificar los resultados, Trump exhortó a sus fieles seguidores a tomar medidas. El asalto al Congreso fue la gota que colmó el vaso para muchos. Su poco entusiasta llamamiento a la calma hizo poco para evitar uno segundo ‘impeachment’.
“Sé que os duele, que estais heridos -dijo- Tuvimos una elección que nos fue robada. Fue una elección aplastante, y todo el mundo lo sabe, especialmente el otro bando. Pero os tenéis que ir a casa ahora”.
Y luego el golpe mortal, las redes sociales silenciaron su voz y le cortaron la conexión con sus firmes partidarios.
Una visita a su incompleto muro fronterizo fue su aparición pública final. Un símbolo de la división …. y de los asuntos sin resolver, como la carrera política de Trump. Con una eventual destitución en el horizonte, un regreso está ahora fuera de su alcance