El virtual presidente electo de EE.UU., Joe Biden, anunció este lunes sus nombramientos para una serie de puestos claves en su futuro Gabinete, que incluyen al primer latino e inmigrante como secretario de Seguridad Nacional, al primer enviado especial para el clima en el Consejo de Seguridad Nacional y a la primera mujer en liderar la comunidad de inteligencia, entre otros.
- Antony Blinken, un experimentado diplomático que se desempeñó como subsecretario de Estado entre 2015 y 2017 en la Administración Obama, será nombrado secretario de Estado. Firme defensor del multilateralismo, Blinken también fue asistente y asesor principal adjunto de Seguridad Nacional del expresidente demócrata, así como asesor de Seguridad Nacional del propio Biden durante el primer mandato de Obama, entre otros altos cargos en política exterior a lo largo de tres décadas.
- Alejandro Mayorkas, quien fue subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional en la Administración Obama entre 2013 y 2016, se convirtió en el primer latino e inmigrante nominado para dirigir ese departamento. Con una carrera de 30 años como agente de la ley y abogado, Mayorkas, un cubanoestadounidense nacido en La Habana (Cuba), se desempeñó también como director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. de 2009 a 2013.
- Linda Thomas-Greenfield, una veterana diplomática que ha servido en cuatro continentes y se retiró en 2017 tras una carrera de 35 años en el Servicio Exterior de EE.UU., será embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas.
- John Kerry, 68º secretario de Estado de EE.UU. y un arquitecto clave del Acuerdo Climático de París, se convertirá en el primer enviado presidencial especial para el clima en formar parte del Consejo de Seguridad Nacional. Ello “refleja el compromiso del presidente electo de abordar el cambio climático como un problema urgente de seguridad nacional”, sostiene el comunicado del equipo de transición de Biden-Harris.
- Avril Haines, quien fue subdirectora de la CIA entre 2013 y 2015 y asesora adjunta de Seguridad Nacional entre 2015 y 2017, se convertiría en la primera mujer en dirigir la Inteligencia Nacional.
- Jake Sullivan, de 43 años, fue nombrado asesor de Seguridad Nacional y será una de las personas más jóvenes en desempeñar ese cargo en décadas. Sullivan se desempeñó como asistente adjunto del presidente y asesor de Seguridad Nacional del vicepresidente en la Administración Obama-Biden, y fue un negociador clave en las conversaciones iniciales que allanaron el camino para el acuerdo nuclear de Irán, entre otros logros.
“No tenemos tiempo que perder”
En el comunicado, Biden destaca que no hay “tiempo que perder” cuando se trata de la Seguridad Nacional y la política exterior, y añade que necesita “un equipo listo para el primer día”, que lo ayude a recuperar “el puesto de EE.UU. a la cabeza de la mesa, unir al mundo para enfrentar los mayores desafíos que enfrentamos” y promover la seguridad y prosperidad y los valores estadounidenses.
Las personas elegidas son tanto experimentadas en crisis como “innovadoras e imaginativas”, sus logros en diplomacia “son incomparables”, y reflejan la idea de que “no podemos enfrentar los profundos desafíos de este nuevo momento con un pensamiento antiguo y hábitos sin cambios, o sin diversidad de antecedentes y perspectivas”, explica Biden.
Janet Yellen, ¿la primera mujer al frente del Departamento del Tesoro?
Joe Biden anuncia quiénes serán sus futuros asesores y altos funcionarios en la Casa Blanca
En otra señal del esfuerzo de Biden por establecer un Gabinete diverso, varios medios estadounidenses informan que ha elegido a Janet Yellen, quien estuvo al frente de la Reserva Federal entre 2014 y 2018, como secretaria del Tesoro. De ratificarse la escogencia, Yellen sería la primera mujer en dirigir ese departamento, al igual que fue la primera en encabezar el banco central de EE.UU.
Veinte días después de los comicios, el presidente estadounidense Donald Trump aún no reconoce la victoria de Biden. El equipo de abogados del republicano ha emprendido varias batalles legales para exigir un recuento de votos en los estados disputados. La negativa de Trump a reconocer la victoria demócrata ha dificultado las labores de transición de Gobierno, como la asistencia de Biden a las reuniones de inteligencia, en las que normalmente participan los presidentes electos.