NUEVA YORK.- El ensayo global de la vacuna del Covid-19 de la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, considerado uno de los más prometedores, se enfrenta a un nuevo revés después de que The New York Times informara que un segundo voluntario del ensayo había sufrido efectos secundarios del fármaco experimental.
La última etapa del ensayo se suspendió a principios de este mes después de que un participante del ensayo en el Reino Unido informara sobre un caso de mielitis transversa, un síndrome inflamatorio que afecta la médula espinal y que a menudo se desencadena por infecciones virales.
Según The New York Times, ahora se ha informado de otro caso sospechoso de mielitis transversa. Un vocero de AstraZeneca dijo al diario norteamericano que en primera instancia se había detectado un caso de esclerosis múltiple no diagnosticada en el primer voluntario.
El segundo caso aún no ha sido diagnosticado, pero un experto consultado por The New York Times dijo que representaría un “patrón peligroso” y que un tercer caso podría hacer que el ensayo se pause indefinidamente.
Sin embargo, AstraZeneca publicó datos el 11 de septiembre que, según la compañía, mostraban que era “poco probable que los dos casos estuvieran asociados con la vacuna o que no había pruebas suficientes para decir con certeza que las enfermedades estaban o no relacionadas con la vacuna”.
Los ensayos de la vacuna de AstraZeneca y Oxford se han reiniciado en el Reino Unido, Brasil, Sudáfrica y la India, pero siguen en suspenso en Estados Unidos, donde los expertos han expresado su preocupación por la falta de transparencia percibida en los test llevados a cabo por diversas empresas, entre ellas AstraZeneca, Pfizer y Moderna. Las preocupaciones públicas y profesionales llevaron a las tres empresas a publicar detalles de sus ensayos en las últimas semanas.
Actualmente hay 18.000 personas que participan en los ensayos en todo el mundo y, según los expertos, es normal que algunos voluntarios muestren efectos adversos a una vacuna experimental. Sin embargo, los últimos informes de un participante en el ensayo de AstraZeneca que sufre potencialmente las mismas complicaciones que el primer paciente aumentarán la presión sobre la empresa para que no apresure el desarrollo de su vacuna y aumente la transparencia en los ensayos.
Con información de The New York Times