Las autoridades británicas refuerzan sus controles fronterizos en el Canal de la Mancha ante el creciente aumento de la llegada de indocumentados a las costas inglesas, ayudada por el buen tiempo.
El Gobierno británico pedirá a Francia que refuerce las medidas para impedir que los migrantes crucen el Canal de la Mancha en pateras.
“Vamos a tratar con nuestros homólogos franceses de encontrar una solución y tratar de devolver los barcos a Francia. En primer lugar hay que evitar que los migrantes salgan de Francia, que es un país seguro y donde esas personas que buscan asilo deberían contentarse”, declaró Nick Gibb, Ministro de Educación Escolar del Reino Unido.
Más de mil migrantes cruzaron las aguas del canal en pateras en el mes de julio, mientras que el pasado 6 de agosto, 235 migrantes fueron detenidos, entre ellos niños, lo que supone una cifra récord para un solo día.
El Gobierno británico espera abordar esta situación con sus colegas francesas la próxima semana, en un intento de frenar estas travesías desde la localidad de Calais, en el noreste de Francia, hacia Dover, en el sureste de Inglaterra.
“Es importante reducir del número de llegadas porque no podemos ocuparnos de entre 60 y 80 niños que deben ser atendidos al mes desde hace meses en el Condado de Kent, argumentó Roger Gough, jefe del consejo del condado de Kent.
Una vez que una persona que busca refugio está en la jurisdicción de un país las autoridades deben rescatarla, llevarla a puerto y autorizarla a solicitar asilo, según la Convención de Refugiados de la ONU.