Esta imagen que duele, desconcierta, ofende y da rabia es de uno de “Los Tres Ojos”.
Antes miraban al cielo desde su profunda transparencia, hoy han sido cegados por la contaminación.
Lo advirtieron la Academia de Ciencias, La Comisión Ambiental de la UASD, la Coalición para la Defensa de las Áreas protegidas, la Sociedad Dominicana de Geología (SODOGEO), el Movimiento Ambiental, la Marcha Verde, técnicos y especialistas en distintas áreas, lo advirtieron las comunidades y los medios de comunicación.
Organizaciones sociales montaron vigilia, hicieron marchas, redactaron notas de protesta.
Organizaciones religiosas hicieron cultos, procesiones, rezos.
Se organizaron reuniones, charlas, debates.
El agua siempre limpia, eternamente limpia de los tres ojos, por primera vez se enturbia.
Sucia, como las autorizaciones y permisos concedidos irregularmente.
Turbia, como el proyecto, el contrato y el presupuesto.
A punto de ser inaugurado, el Parqueo construido contra las leyes, la ciudadanía y en desacato a la justicia, ha mostrado que sí, que va a afectar la calidad ambiental de un espacio único, patrimonio de la Nación.
Las aguas hoy marrones y ayer transparentes, constituyen una evidencia de delito ecológico que no debe quedar impune.
No vamos a llorar por los tres ojos, vamos a pelear por ellos.
Esperamos que los desacatados tribunales descarguen con justicia firme su mallete sobre prevaricadores y ecocidas.
Los culpables de este crimen innominable tienen nombre.
Que esos nombres sean cubiertos por siempre con el escarnio y el rechazo de quienes aspiramos al agua limpia, el aire puro y la vida sana.
Hay que castigar a los culpables
Para que siempre haya patria.
Luis Carvajal.