Reos de la cárcel San Sebastián se amotinan en el techo del penal para exigir asistencia médica. Efe
Bolivia vive una catástrofe sanitaria de mayores proporciones que la que ya conocía por sus registros. El drama no sólo está en los números, como ha dado a conocer recientemente la policía: de los 3.300 cadáveres hallados en casas y calles del país desde abril, un 80% corresponde a fallecidos por el nuevo coronavirus, y todos ellos han acabado sus días sin atención médica.
Los centros de salud se encuentran saturados, así como los cementerios, mientras que el Ministerio de Salud anuncia que la etapa más dura aún está por llegar y que se espera a finales de agosto y principios de septiembre. El Gobierno interno ha decretado la situación de calamidad pública. Con 11,5 millones de habitantes, se trata de una de las naciones con una mayor tasa de afectados en el mundo, cerca de 75.000.
En concreto, la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos presenta a Bolivia como el séptimo país del mundo con más fallecidos por Covid-19 por cada 100.000 habitantes, con un porcentaje del 24,73%, y el noveno por decesos respecto a los positivos confirmados, con un 3,8%
“Ayuno y oración”
En lo político, la mayoría parlamentaria del Movimiento al Socialismo -del exiliado y perseguido por la justicia Evo Morales– mantiene un pulso con la presidenta interina, Jeanine Áñez, para dotar con más recursos al sistema sanitario. La mandataria, que superó el virus esta semana, ha dedicado mensajes en sus redes sociales convocando a jornadas de “ayuno y oración en familia” asegurando que “para Dios nada es imposible”, pero la pandemia sigue su curso.Alerta alimentaria mundial: esto es lo que puede ocurrir como no frenemos pronto la pandemiaSergio GuinaldoUn equipo de investigadores alerta en la revista Science de las consecuencias de esta crisis sobre la alimentación a escala mundial.
Entretanto, las noticias que ofrecen los medios locales evidencian grandes lagunas a la hora de poner cortafuegos al Covid. El psiquiátrico Gregorio Pacheco de la ciudad de Sucre está en emergencia: ha notificado 14 muertos y un centenar de contagios entre los distintos pabellones del centro de salud mental, que acoge a 350 internos.
En un horizonte nada lejano, una cita electoral clave el 18 de octubre. El obligado aplazamiento ya enfureció a los partidarios de Morales, que pese a la situación toman las calles exigiendo que se pongan las urnas para expulsar del poder a Áñez, las mismas calles que patrullan agentes necesitados de refuerzos para recoger cadáveres de compatriotas. Y lo peor está por venir.