Los ensayos clínicos de una vacuna contra el covid-19 que desarrollan el Ministerio de Defensa ruso y el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya están llegando a su fin. Se prevé que la vacuna tenga un efecto duradero.
El jefe del 48.° Instituto Central de Investigación de las tropas de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, coronel del servicio médico Serguéi Borisévich, declaró este lunes durante una entrevista con el periódico Krásnaya Zvezdá que “no tiene dudas sobre la efectividad” de la vacuna.
“Creemos que el nivel de actividad neutralizadora del virus, que se desarrolló en los cuerpos de animales durante las pruebas preclínicas, provocará el desarrollo de una respuesta inmune humoral en el cuerpo humano, lo que, a su vez, permitirá un mantenimiento a largo plazo del título protector producido en vacunados”, señaló Borisévich.
“Nuestra confianza [en la efectividad de la vacuna] se basa tanto en los resultados de los estudios preclínicos como en la experiencia de desarrollar vacunas anteriores en la misma plataforma, que han demostrado una alta eficiencia”, agregó el coronel del servicio médico.
Este 20 de julio, el segundo y último grupo de 20 participantes en la prueba de la vacuna está siendo dado de alta del hospital militar Burdenko de Moscú. Los análisis muestran que, como resultado de la vacunación, en los cuerpos de los voluntarios fueron detectados anticuerpos contra el virus, mientras que los componentes de la vacuna son considerados seguros y bien tolerados.
“Creemos que estamos en el camino correcto y que eventualmente esta vacuna se introducirá en la práctica”, concluyó Borisévich.