Un equipo de científicos ha descubierto rastros de cannabis e incienso en un antiguo santuario bíblico en Israel, y sugiere que las sustancias pueden haber sido utilizadas con fines alucinógenos durante las ceremonias de culto. Los resultados del estudio fueron publicados este jueves en la revista Tel Aviv.
Se trata del santuario Tel Arad, de 2.700 años de antigüedad, donde se encontraron dos altares de piedra caliza de aproximadamente 40 y 50 centímetros de alto, con un material oscuro en la parte superior.
Tras el análisis pertinente, los expertos encontraron residuos de cannabis que habría sido mezclado con estiércol de animal para permitir un calentamiento suave. Asimismo, el altar más grande contenía sustancias derivadas del incienso con presencia de grasa animal, sugiriendo que se mezclaron los dos componentes para facilitar la evaporación en el lugar.
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“Podemos suponer que la fragancia del incienso dio un ambiente especial al culto en el santuario, mientras que la quema de cannabis llevó al menos a algunos de los sacerdotes y fieles a un estado religioso de conciencia o éxtasis“, explicó a Newsweek el investigador principal, Eran Arie.
Finalmente, los autores concluyeron que “Arad proporciona la evidencia más temprana del uso de cannabis en el antiguo Cercano Oriente”, e indicaron que si bien se conoce el uso de sustancias alucinógenas en varias culturas vecinas, esta es la primera muestra en el antiguo reino de Judá.