Saber aumenta el estrés? Después del confinamiento por la amenaza del coronavirus una encuesta mundial de Dynacore muestra el impacto psicológico de la pandemia. Señala como mayor inductor de agobio la sobreinformación.
Laurène Boglio, ilustradora francesa de 33 años que vive en Nueva York, tiene su propio antídoto: “Mi método es limitar las noticias a media hora diaria y he hecho un dibujo al día o un gif, que se refiere a un aspecto de la pandemia, de cosas que me llegaban y que me angustiaron. Así que cojo un elemento y lo transformo en algo divertido para compartirlo y exorcizarlo de algun modo”.
Además de la ansiedad inducida por algunos medios, los otros dos factores principales de estrés son la pérdida del contacto social y de las actividades de ocio.
Francis Berryman, microbiólogo y jugador de rugby en Glasgow echa de menos la relación con los demás:“Con el deporte en equipo disfrutas una buena camaradería y esa es una de las cosas que más añoro . Enviar mensajes a alguien en Facebook no es lo mismo que reírse en un bar después de un partido de rugby”.
Los datos obtenidos hasta el momento nos señalan dos factores clave que nos ayudan durante una crisis: las redes de apoyo social de amigos, compañeros, familia y vecinos y además el buen ánimo, que bautizan como “pensamiento positivo”. Se trata de sacar lo mejor de una mala situación.
El investigador de resiliencia Raffael Kalisch, coordinador del proyecto DynaMore y estudioso de la resiliencia_”Mucha gente también reacciona mal ante esta recomendación de pensar en positivo, cosas de psicólogos, explica: “Estoy en una mala situación, ¿por qué debería pensar positivamente?, no quiero saber nada al respecto. Pero lo cierto es que no ayuda entrar en bucles negativos, tengo que tratar de sacar el máximo provecho de esta situación y, en segundo lugar, puedo ayudar a los demás cuando yo mismo tenga algo positivo y cuando tenga cierta energía”._
El objetivo es evitar sentimientos como el miedo o la melancolía, que nos dificultan la vida y nos impiden actuar y tomatr decisiones serenas.
El diseñador alemán, Steffen Kraft se toma las cosas con calma y sueña con volver a la vida normal.“Antes del coronavirus, todos los días siempre tenían algo negativo. La normalidad era aburrida, y ahora lo único que quiero es abrazar a la gente sin miedo a morirme”.
Se trata, en definitiva, de no rendirse.