MADRID, España.- Una investigación en la galicia española sobre el proceso de dispersión del coronavirus que produce la enfermedad COVID-19 logró determinar detalles que se estima ayudarán a «prevenir futuros brotes y pandemias», sea de coronavirus u otros patógenos con «potencial igualmente letal o incluso superior».
Así lo destacó el coordinador de la investigación, profesor Antonio Salas, al dar cuenta de que España sufrió a inicios de año, además de las primeras cepas del coronavirus que entraron y afectaron a casi toda Europa, una «cepa asiática» que apenas entró en otros países europeos.
También sugiere que en la primera onda epidémica asiática debieron existir muchos más casos de los que reportaron las autoridades sanitarias nacionales de esa región de China.
Los «supercontagiadores»
El hallazgo «más sorprendente y novedoso» del estudio fue demostrar la existencia y el impacto en la pandemia de personas con alta sensibilidad para transmitir el virus, conocidas como «supercontagiadores».
Hasta el momento, la figura del supercontagiador «se había discutido en los medios y desde un punto de vista epidemiológico», pero ahora los investigadores demostraron con pruebas su existencia, detalla Salas.
Los investigadores concluyeron también que entre un tercio y la mitad de los infectados por COVID-19 en el mundo estarían relacionados con los «supercontagiadores» y corroboraron que el origen de todas las cepas actuales del coronavirus se sitúa «no antes de noviembre de 2019».
El equipo analizó casi 5 mil genomas del coronavirus que, en términos de código genético del virus, suponen aproximadamente 150 millones de letras.
Según el profesor Salas, los resultados de la investigación suponen «un paso fundamental para entender el proceso de dispersión del virus», así como para «tratar de prever y prevenir futuros brotes y pandemias», sea de coronavirus u otros patógenos con potencial igualmente letal o incluso superior», reiteró.
El investigador explicó que el escenario en España es «un tanto particular» en el contexto europeo, ya que entraron las primeras cepas del virus que afectaron a casi toda Europa, pero además llegó «una cepa asiática que apenas entró en ningún otro país europeo».
Descatan que el virus fuera fruto de una manipulación de laboratorio
Añade que los datos que se han obtenido no serían compatibles con manipulaciones de laboratorio, «basadas exclusivamente en teorías ‘conspiracionistas’ sin argumento científico».
La investigación, que dio a conocer este jueves la Universidad de Santiago de Compostela (noroeste de España), apunta que la evolución natural que tuvo el virus no es compatible con una manipulación en laboratorio -algo que achaca a teorías «conspiracionistas» sin base científica.
La revista GCiencia de la Universidad publicó en gallego el siguiente texto sobre el estudio, bajo el título «Supercontaxiadores da Covid-19: esta é a clave que revelan científicos galegos»
Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, se ha dicho mucho sobre la relevancia de los supercontagiadores: personas que, por razones que aún no están claras, pueden actuar como una gran fuente de infección para otros y, por lo tanto, contribuyen a la propagación del SARS. -CoV-2.
Un tercio y la mitad de todas las infecciones por supercontagiadores
Sucedió en Wuhan, donde la no detección de estos casos contribuyó al primer brote importante, y sucedió en Corea del Sur, donde el seguimiento exhaustivo de los contactos del ya famoso Paciente 31 pudo detener una posible explosión de casos.
Desde Galicia, el equipo dirigido por el Profesor de Genética de la USC Antonio Salas, y el jefe del servicio de Pediatría en el Complejo Hospitalario de Santiago, Federico Martinón Torres, ha estado recopilando datos de los genomas del SARS-CoV-2.
Y el trabajo acaba de dar sus frutos en un artículo pendiente de publicación y revisión (preimpresión), pero que ya está despertando un gran interés en sus implicaciones: los científicos gallegos estiman que entre un tercio y la mitad de todas las infecciones registradas en el conjunto mundo están relacionados con supercontagiadores.
El análisis del genoma realizado desde Santiago de Compostela estudió en detalle los aproximadamente 150 millones de letras de diferentes cepas del virus.
Según USC, la principal complicación del trabajo no fue la cantidad de información con la que tuvieron que lidiar, ya que este grupo a menudo maneja este volumen de datos que requiere una gran cantidad de esfuerzo bioinformático.
El problema computacional radica en otros análisis más típicos de la genética evolutiva y para los que lleva días obtener resultados que luego deben ser digeridos e interpretados.
Además de verificar los nuevos datos sobre la existencia de supercontaminantes, el estudio pone sobre la mesa nuevos datos sobre la fecha aproximada de aparición del virus en humanos, que el equipo de IDIS y la USC colocan «no antes de noviembre de 2019».
El trabajo también está firmado por Alberto Gómez Carballa, Xabi Bello y Jacobo Pardo Seco
Lineage B3a, clave en España
Según Antonio Salas, “este es un paso fundamental para comprender el proceso de propagación del virus; y nos serán muy útiles para tratar de predecir y prevenir futuros brotes y pandemias, ya sea de coronavirus u otros patógenos con un potencial igualmente letal o incluso superior ”.
Salas agrega que “el escenario en España es algo particular en el contexto del continente; en nuestro país ingresamos las primeras cepas del virus que afectaron a casi toda Europa, pero en el más grande, recibimos una cepa asiática que apenas ingresó a ningún otro país europeo; un supercontagente que pertenece, específicamente, al linaje B3a «.
“Teníamos claro que para comprender lo que estaba sucediendo en esta pandemia primero teníamos que hacer una reconstrucción adecuada del proceso evolutivo que dio origen al virus y sus diversas versiones actuales; un árbol filogenético que relaciona todos los genomas de manera precisa y ese es el pilar fundamental en el que se basa casi todo lo demás ”, explica Salas.
Según los autores, esta sería la primera vez que se utilizan los principios de máxima parsimonia para identificar las mutaciones específicas que dieron lugar a las diferentes cepas del virus, «fue aprovechar toda nuestra experiencia en el campo de la evolución genómica y llevarla al campo del SRAS – CoV-2 «.
La digestión de toda la información que estos investigadores pudieron analizar y en tan poco tiempo fue una complicación adicional. Según Federico Martinón, «es la naturaleza multidisciplinaria de nuestro grupo y nuestra capacitación en el campo de la infecómica lo que nos ha permitido enfrentar un proyecto de este tamaño».
Además del trabajo taxonómico realizado con genomas de coronavirus, el hallazgo más sorprendente y nuevo de este estudio es demostrar la existencia y el impacto en la pandemia de personas con alta sensibilidad para transmitir SARS-CoV-2.
Hasta ahora, la figura de los supercontactores «se ha discutido en los medios y desde un punto de vista epidemiológico» sin más evidencia, aunque ahora los investigadores han logrado revelar evidencia de su existencia. En algunos lugares, estas cifras han dado lugar a lo que los genetistas técnicamente llaman efectos de fundación locales, que han resultado en brotes epidémicos locales o nacionales.
Fecha de inicio del virus
El estudio avanzado hoy para la comunidad científica discute temas de gran notoriedad pública.
Por un lado, los investigadores afirman que la variabilidad genética del coronavirus corresponde a la esperada por un proceso evolutivo natural. En este sentido, señalan que «los datos no serían compatibles con las manipulaciones de laboratorio, basadas exclusivamente en ‘teorías de conspiración’ sin argumentos científicos».
Además, «utilizando simulaciones teóricas que se alimentan de la variabilidad genómica observada en el coronavirus, el trabajo localiza con precisión el origen evolutivo más reciente de todas las cepas actuales no antes de noviembre de 2019».
Con base en los datos recopilados y analizados, el equipo formado por Antonio Salas y Federico Martinón sugiere la posibilidad de que en la primera ola epidémica asiática haya habido muchos más casos que los reportados por las autoridades de salud.