Aplausos que suenan a victoria. Nueva York ha cerrado uno de sus hospitales de campaña, ubicado en el Javits Convention Center, donde han sido tratados 1.095 pacientes.
Aunque este estado, con casi 24.000 fallecidos, está lejos de ganar la guerra contra el coronavirus.
El número de muertos experimentó un ligero repunte en Nueva York, tras bajar de forma continuada durante los últimos días: 299, diez más que el día anterior. Una cifra muy alejada de los casi 800 decesos diarios que llegaron a registrarse durante la segunda semana de abril.
Las autoridades neoyorquinas temen que el buen tiempo saque a mucha más gente a las calles y que los casos vuelvan a dispararse.
Estados Unidos está dividido entre estados que siguen confinados y otros que han relajado las medidas de distanciamiento social y reanudado la actividad económica. Los que están gobernados por demócratas, como California, Michigan o Nueva York, apuestan por la prudencia, mientras estados republicanos, como Georgia o Florida, han reabierto playas, restaurantes y peluquerías.
El presidente Donald Trump aboga por una reapertura inmediata de la economía y así se lo hará saber este domingo a los estadounidenses, en una entrevista en horario de máxima audiencia, bajo el lema “Estados Unidos unido: volviendo a trabajar”.