ISMAEL ARANA | HONG KONG 27/04/2020 10:19 | Actualizado a 28/04/2020 08:00
Desde la semana pasada, crecen los rumores sobre el maltrecho estado de salud del dictador norcoreano, Kim Jong Un, una tendencia alimentada por la opacidad del régimen comunista. Pero ante esas especulaciones y las quinielas sobre quién podría ser su sucesor, la vecina Corea del Sur quiso mandar un mensaje de cautela al asegurar que no ha detectado ningún movimiento fuera de lo normal que indique que al tercero de la dinastía Kim le haya pasado algo grave.
“Nuestro gobierno tiene la capacidad suficiente de recopilación de información como para decir con confianza que no hay nada inusual” sobre la salud del mariscal, dijo Kim Yeon Chul, ministro de Unificación de Corea del Sur, durante un foro celebrado el domingo.
Sus palabras son la refutación más categórica de Seúl hasta la fecha sobre los recientes informes publicados en diferentes medios. En ellos, sin aportar ni una sola prueba y citando a fuentes anónimas, se ha dicho de todo sobre la salud de Kim: desde que fue operado y se recupera bien a que está “en grave peligro” o, peor aún, en estado de “muerte cerebral” o en “estado vegetativo”.
Kim Jong Un
Se ha dicho de todo sobre la salud de Kim: que fue operado y se recupera, que está “en grave peligro”, en “muerte cerebral” o en “estado vegetativo”.
En días pasados, funcionarios de Seúl ya restaron importancia a estas informaciones. En esa línea, el domingo le tocó el turno a Moon Chung In, asesor especial de seguridad del presidente surcoreano, Moon Jae In. Durante una entrevista en Fox News, aseguró que Kim “está vivo y está bien”. Además, añadió que el dictador está en el área de Wonsan desde el pasado 13 de abril y que “no se han detectado movimientos sospechosos hasta ahora”.
Los surcoreanos no han sido los únicos en quitarle hierro al asunto. La semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, también calificó estos rumores de “incorrectos”. Y el miércoles, el vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, el general John Hyten, aseguró que no tenía motivos para dudar de que Kim “todavía tenía el control total de la fuerza nuclear y las fuerzas militares norcoreanas”.
Fumador empedernido, obeso y poco amigo del deporte más allá de alguna cabalgada a lomos de su caballo blanco, la salud de Kim, de 36 años, comenzó a dar que hablar después de que se ausentara del acto oficial con el cada 15 de abril se conmemora el nacimiento de su abuelo, Kim Il Sung, la principal festividad nacional del calendario norcoreano. Este año, Kim no participó por primera vez en la visita al Palacio del Sol de Kumsusan, donde se rinde tributo al fundador de Corea del Norte, lo que enseguida desató las especulaciones sobre su paradero y motivos para no acudir al evento.
Luego fue el turno del diario Daily NK, un medio digital producido en Seúl por desertores norcoreanos, que aseguró por primera vez que Kim “se sometió recientemente a un procedimiento cardiovascular”. Según el artículo, el mandatario fue operado el pasado día 12 en el hospital Hyangsan, una clínica sita al norte de Pyongyang y desde entonces se recupera en una villa cercana. Finalmente, la CNN recogió la noticia y, citando a un funcionario estadounidense con conocimiento directo del asunto, dijo que Washington “está confirmando informes” que aputan a que Kim estaba en “grave peligro” después de una cirugía. A partir de ese momento, las especulaciones se dispararon.
Una web especializada informó domingo que imágenes por satélite muestran al tren que usa el surcoreano en un complejo vacacional
Entre tanto desconcierto, la web especializada 38 North informó el domingo de que varias imágenes tomadas por satélite mostraban que el día 21 y 23 de abril el tren que habitualmente usa el líder norcoreano estaba estacionado en la localidad de Wonsan, famosa por sus complejos vacacionales. La presencia de la locomotora “no prueba nada con relación al lugar donde se encuentra el dirigente norcoreano ni indica nada sobre su estado de salud, pero acredita las informaciones que sugieren que Kim se encontraría en una zona reservada a la élite del país en la costa este”, apuntó la web.
Finalmente, el diario estatal Rodong Sinmun aseguró hoy que Kim envió un mensaje de agradecimiento a un grupo de trabajadores que trabajan en un proyecto turístico de la península de Kalma, también en la ciudad de Wonsan, aunque sin ilustrar la pieza con fotos suyas.
No es la primera vez que las ausencias de Kim de la vista pública desatan las especulaciones sobre su estado de salud. En 2014, su desaparición durante mes y medio dio pie a numerosos rumores, incluido que había sido derrocado por un golpe de estado o que estaba muerto. En un raro gesto, los medios estatales reconocieron que el líder sufría de una “condición física incómoda”. Finalmente, tras más de cuarenta días de ausencia, reaparición realizando una “inspección sobre el terreno” en la que se le vio apoyarse en todo momento sobre un bastón, por lo que sospecha que sufrió un ataque severo de gota y que, probablemente, también padezca diabetes.