NUEVA YORK.- El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) es parte de uno de los grandes emblemas de la ciudad. Su uniforme azul y su brillante placa plateada son una insignia registrada en el colectivo popular. Al frente de la batalla contra el coronavirus, los oficiales sufren los efectos de esta crisis sanitaria. Hoy, casi un 20% de los oficiales -6974 agentes- se encuentra diagnosticado con coronavirus o retirado en cuarentena por presentar síntomas.Ads by
LA NACION se comunicó con la oficina del Comisionado Adjunto de Información Pública de NYPD, quienes confirmaron que -hasta el momento- al menos 2000 miembros uniformados y otros 338 empleados civiles han sido diagnosticados con Covid-19. El resto de los agentes fuera de servicio están en cuarentena por presentar síntomas. Además, 14 trabajadores de la fuerza han perdido la vida en la lucha contra el virus.
A las tareas que ya cumplían en épocas de pre-pandemia, los oficiales de la policía ahora se encargan también de asegurar el cumplimiento del distanciamiento social de dos metros exigido por el gobierno. Para los infractores, los agentes pueden optar por imponer multas de hasta 1000 dólares . No obstante, si bien la orden ha sido que la gente se quede en casa, los vecinos de Nueva York tienen poder de libre circulación, por lo que todavía se puede ver a algunos neoyorquinos por las calles y parques de la Gran Manzana.
Medios locales han reportado que la policía ha tenido que tomar medidas enérgicas para descomprimir reuniones sociales y religiosas. En los últimos días, oficiales han usado las sirenas de los patrulleros y los altoparlantes para emitir mensajes sobre la importancia del distanciamiento en tiempos de crisis en Borough Park, Brooklyn, donde miembros de la comunidad judía jasídica realizaron un multitudionario funeral.
Al respecto, Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, subrayó: “Entiendo las reuniones religiosas, y entiendo a la comunidad judía ortodoxa. Estoy muy cerca de ellos y lo he estado por muchos, muchos años. Pero ahora no es el momento para grandes reuniones”. En este sentido, el funcionario también indicó que esto no es una recomendación, y que se aplicarán multas para quienes no cumplan con la orden.
El avance del coronavirus en el epicentro de infectados en Estados Unidos ha expuesto a los trabajadores de la fuerza de seguridad a múltiples focos de contagio. En Times Square, escenario histórico de la ciudad, seis oficiales charlan en ronda mientras mantienen distancia. Al ser consultados por cómo se sienten y si creen estar protegidos por las autoridades, un agente esbozó una sonrisa cargada de ironía. “Tenemos la orden de no hablar con los medios”, dijeron al unísono, mientras señalaban sus manos desnudas y sus rostros descubiertos.
Las muecas y las expresiones corporales fueron suficientes para trasladar la inquietud que viven al tener que enfrentar a un enemigo invisible sin suministros. “Hoy es mi primera jornada de vuelta; me había tomado unos días de vacaciones”, dijo un oficial, lo que provocó risas en entre sus pares, otros cuatro hombres y una mujer en uniforme azul. Pese a un contexto ciertamente triste y desafiante, los agentes mantienen el buen humor.
El último 31 de marzo, NYPD anunció la compra de 150.000 barbijos, guantes y paquetes de alcohol en gel para proteger a los uniformados que día a día patrullan las calles. Estos elementos son herramientas clave para proteger a quienes protegen a los ciudadanos, pero no todos los oficiales han tenido acceso a ellos.
Las denuncias de falta de suministros también vienen del personal médico que atiende miles de pacientes a diario en distintos hospitales de Nueva York. Autoridades gubernamentales han declarado estar trabajando para que no les falte nada, pero los testimonios de médicos y enfermeros indican que los establecimientos empiezan a ser sobrepasados .
NYPD, el departamento de policía municipal más grande de Estados Unidos -y también uno de los más antiguos- cuenta con un total de 36 mil oficiales y 19 mil empleados civiles. Según pudo saber este medio por fuentes de la fuerza de seguridad, al menos 6974 están ahora fuera de sus funciones por presentar síntomas.
El comisionado de NYPD, Dermot Shea, dijo a los medios que por la falta de personal es muy probable que los turnos de trabajo ahora superen las doce horas, aunque celebró que muchos de los agentes que habían caído enfermos han vuelo a sus funciones. “La próxima semana tendremos a cientos de vuelta en las calles”, subrayó el funcionario.
De luto
El gobernador Andrew Cuomo anunció que el estado de Nueva York izará sus banderas a media asta a partir de hoy . Nueva York está de luto: los casos confirmados ya ascienden a 142 mil y, en menos de 24 horas, el número de muertos tuvo su pico que llevo el total de personas fallecidas 6268 . Esto, sin embargo, no sería un dato completamente certero.
Según detalló el alcalde de la Gran Manzana, Bill de Blasio, las estadísticas oficiales no han incluido a cientos de personas que murieron en sus casas sin haberse sometido a los testeos de coronavirus. Se trataría de al menos cien o doscientas personas por día que quedan fuera de las estimaciones.
Además, hoy se supo que las personas más afectadas son quienes están en la pobreza o en condiciones más vulnerables como los trabajadores esenciales. Según estadísticas reveladas por Cuomo, las principales víctimas del Covid-19 son hispanos y afroamericanos. Esos grupos étnicos representan un 62 por ciento de los infectados, y un un 32 por ciento de las muertes en el estado de Nueva York. “La gente más pobre paga el costo más alto”, dijo con dolor Cuomo, quien remarcó que esta porción de la población -además- viven en comunidades mucho más densas .
Thomas R. Frieden, exdirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, dijo al The New York Times que de haberse adoptado medidas preventivas como el distanciamiento social y la cuarentena una o dos semanas antes, el índice de mortalidad en el estado de Nueva York podría haberse visto reducido en un 50 u 80% .