En las discusiones sobre eventuales aprestos reeleccionistas ha quedado en el subsuelo el verdadero gran dilema que enfrentan los parciales de Danilo Medina y muy en especial sus más cercanos colaboradores.
El artículo 124 de la Constitución de 2015, introducido en la reforma promovida por el propio Medina y los suyos, incluyó la reelección para un segundo periodo, pero también estampó una prohibición de por vida para buscar la Presidencia de la República.
Quiere decir, que si la gente de Danilo Medina no logra variar ese artículo de la Constitución de la República en este período, estará a expensas de una coyuntura que impuso otro para inhabilitarlo como futura opción de poder.
La reelección para 2020 realmente no está o no estaba en la mente del mandatario y su entorno, pero el devenir de las confrontaciones internas en el Partido de la Liberación Dominicana los ha puesto a pensar en qué será de ellos si Medina sale de la Presidencia de la República sin posibilidades de retornar nunca más.
Funcionarios muy influyentes del danilismo se sienten amenazados por el leonelismo y por eso se han planteado que no pueden quedar a expensas de la buena voluntad de otros, con los que tienen relaciones deterioradas por acusaciones de bellaquerías.
La verdadera manzana de la discordia, más que la reelección, es el nunca más del artículo 124 y que se reitera casi con nombre y apellidos en el transitorio vigésimo, que reza:
“En el caso de que el Presidente de la República correspondiente al período constitucional 2012-2016 sea candidato al mismo cargo para el período 2016-2020 (lo cual ocurrió con Danilo Medina), no podrá presentarse para el siguiente periodo ni a ningún otro período, así como tampoco a la Vicepresidencia de la República”.